Jesús Vozmediano, en su despacho
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ENTREVISTA

Jesús Vozmediano: «Doñana estaría mejor con sus antiguos propietarios»

Abogado experto en medio ambiente, asegura que la última ampliación del Parque Nacional es «una operación cosmética»

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Jesús Vozmediano, abogado experto en medio ambiente, miembro durante un cuarto de siglo del desaparecido Patronato del Parque Nacional y fundador y coordinador del Club Doñana (al que pertenecen antiguos integrantes del citado órgano consultivo), dispone de un blog en internet en el que ha volcado ya, con el título genérico de «Memorias de Doñana», 3.500 páginas sobre la historia del Parque Nacional, año a año, fotos históricas, entrevistas, documentos y comentarios personales en los que se muestra muy crítico con la actual gestión del espacio protegido.

—¿Doñana sufre una desesperante degradación, como sostiene en sus «Memorias»?

—Hay datos objetivos. La desaparición de especies, la sequía que sufre el Parque, las extracciones ilegales de agua ilegales, las mortandades... Hay opiniones de científicos que conocen muy bien Doñana, como las de Javier Castroviejo, exdirector de la Estación Biológica.

José Antonio Valverde (uno de los considerados padre de Doñana) dijo antes de morir que si llega a saber cómo iba a terminar Doñana no la hubiese protegido políticamente, porque estaba mejor en manos de sus propietarios?

—¿Y en estos momentos usted comparte esa opinión?

—Por supuesto que el Parque estaría hoy mejor en manos de sus antiguos dueños que en la de los políticos de la Administración. Y la realidad es que está en una situación increíble. La guardería tradicional ha desaparecido. Y casas históricas, como la de «Las Nuevas», a las que durante siglos llegaba gente famosísima, se han tirado. Ahora el Parque está absolutamente descontrolado. Se han hecho obras gigantescas metiendo hormigón en el caño Travieso, algo que nunca hubieran hecho los propietarios. Y está la salvajada del Palacio de Doñana, una obra precintada por orden judicial. Que un edificio del siglo XVI lo vacíen por dentro para hacer un centro tecnológico se le podría haber ocurrido a unos analfabetos africanos, pero no a unos científicos. Eso es inconcebible. En lugar de convertir el Palacio de Doñana en un museo, lo echan abajo cuando está absolutamente protegido y no se le puede tocar.

—¿No ve positivo que se amplíe Doñana en otras 14.000 hectáreas, como ha decidido la Junta?

—Es una operación meramente cosmética, en unos momentos en los que existen problemas gigantescos, como el de las extracciones ilegales de agua. ¿Qué va a pasar cuando se dicten sentencias y tengan que entrar en prisión agricultores? En esto la Junta ha hecho una dejación brutal. El Plan de la Corona Forestal, para mí, como abogado, es ilegal. No se puede legalizar lo ilegal. Si se ha extraído agua ilegalmente, no se puede legalizar. Y existe un expediente en la Unión Europea (a raíz de una denuncia de WWF por supuesta sobreexplotación del acuífero) que puede terminar en una condena contra el Gobierno español. La Junta ha protagonizado una huida hacia adelante protegiendo una zona que ya estaba protegida, porque son montes propios que ya no tienen nada que ver con Doñana. Es un simple brindis al sol.

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