Las piscinas, especialmente las privadas, son el lugar de ahogamiento más recurrente
Las piscinas, especialmente las privadas, son el lugar de ahogamiento más recurrente - RAFA ALBARRÁN
ACCIDENTES EN PISCINAS

Andalucía registra ya la misma cifra de menores ahogados que en todo 2016

La muerte de un niño de tres años en Málaga eleva a tres el número de menores fallecidos por ahogamiento

MÁLAGA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La muerte el lunes de un niño de tres años ahogado el domingo en una pisicina del municipio malagueño de Rincón de la Victoria ha elevado a cinco los ahogamientos mortales de menores que se han registrado en España en lo que va de año. Tres de ellos han sucedido en Andalucía. Se trata de la misma cifra que se dio en todo 2016.

El último caso se dio en el municipio malagueño en la tarde del pasado domingo. El pequeño se precipitó en la piscina de una urbanización. Pese a que fue rescatado rápidamente e incluso las asistencias sanitarias lograron devolverle el pulso en un primer momento, el lunes fallecía en la UCI del hospital Materno-Infantil de la capital.

Antes, en abril y mayo, las dos muertes de menores ahogados que se habían registrado en Andalucía se produjeron en sendas albercas de la provincia de Granada, falleciendo en ellas dos niños de tres y cuatro años, este último de origen británico.

Cada año mueren ahogadas en nuestro país más de 400 personas. El año pasado, 437, casi la mitad de los muertos en accidente de tráfico. Especialmente sangrante es el caso de los niños. Según la Organización Mundial de la Salud, los ahogamientos suponen la tercera causa de muerte infantil en el mundo, teniendo además una especial incidencia en menores de cinco años.

Son casos recurrentes cada año, a pesar de las advertencias que se realizan en cuanto llega la temporada de baños y que tienen la vigilancia constante de los progenitores como primera recomendación.

El año pasado, con «sólo» tres niños ahogados (del total de 19 menores de 17 años que se produjeron en toda España) fue un «buen» ejercicio dado que el inmediatamente anterior se había superado la decena. Pero el hecho de que en estos cinco primeros meses de 2017 ya se haya alcanzado la cifra de 2016 hace que se disparen las alarmas.

Los expertos lo tienen claro. Sobre todo teniendo en cuenta que más de la mitad de las muertes de niños ocurren en piscinas privadas, como en el último caso de Málaga. Las medidas de seguridad deberían ser obligatorias y no simples recomendaciones, como sucede en España.

En Francia una ley que fuerza a la adopción de este tipo de medidas cuando se construye una piscina —el vallado perimetral de las piscinas o sistemas de alarmas son los más comunes— ha reducido significativamente el número de accidentes, recuerda Fabrice Villa, de la empresa Abrisud, que elabora estudios sobre seguridad infantil en la piscina. «Falta voluntad por parte de los políticos para que se refuerce la exigencia», asegura.

Ana Domínguez, responsable de la Comisión de Prevención de la Federación Española de Socorrismo, opina lo mismo. Pero además se pregunta por qué la administración, dada la incidencia de muertes, no hace más campañas de prevención como sí ocurre con los accidentes de tráfico o las drogas.

Otra de las quejas de los socorristas es la dispersión legislativa que existe en España, con normas distintas según la comunidad autónoma de que se trate. Así en Castilla La Mancha o Extremadura un socorrista puede realizar además de la vigilancia otro tipo de actividades, por ejemplo de animación, cosa que no sucede en Madrid.

En Andalucía, la legislación, que data de 1999, no distingue entre piscinas públicas y privadas y obliga a la existencia de un socorrista cuando la piscina supera los 200 metros cúbicos de agua. Entre 500 y 1.000 metros cuadroados, serían dos y a partir de mil, un socorrista adicional por vaso, explican desde la Federación. En cuanto a las playas, las medidas dependen de cada municipio.

Ver los comentarios