Aquí las cabras juegan en el tobogán, se dan masajes y tienen aire acondicionado

La finca Gallera Ríos, en la Sierra de Huelva, quiere ser la mayor explotación caprina de España

Imagen de la guardería donde se crían los cabritos ABC

Antonio Periáñez

«Las cabras son mis niñas, si ellas lo pasan mal, yo sufro. Por eso, cuanto mejor estén ellas, mejor leche darán. Si yo tengo frío, ellas necesitan calefacción. Se trata de primar el bienestar animal por encima de todo, pues eso redunda en la calidad» explica Walter Ríos, propietario de la Finca Gallera Ríos , en la localidad onubense de La Granada de Río Tinto . Esta explotación caprina quiere revolucionar el sector con un modelo de negocio «orgánico» y alcanzar las 20.000 cabezas de ganado el próximo año .

A simple vista, podría ser una explotación ganadera más de las muchas que pueblan Andalucía. Sin embargo, en los detalles está la diferencia. Detalles, por ejemplo, como la guardería donde crecen los cabritos, dotada con un sistema de videovigilancia las 24 horas del día; pelotas, juguetes y toboganes para que no se aburran ; o un sistema de climatización para el frío y el calor. El objetivo es que las cabras se críen felices y en las mejores condiciones de salubridad.

Las que ya son adultas, viven en espacios abiertos entre encinas, pero siempre monitorizadas por cámaras de seguridad. Comen pastos y pienso orgánico; y cuentan con rodillos masajeadores para que se relajen después del ordeño , que se realiza con un sofisticado equipamiento que reduce el tiempo de succión a cinco minutos y por ende, el estrés animal. Actualmente, producen 50.000 litros de leche al mes que venden mayoritariamente a la empresa de lácteos Arias.

El siguiente paso, antes de su ampliación hasta alcanzar las 300 hectáreas, es conseguir la certificación de bienestar animal «lo que pasa es que AENOR , que es el organismo encargado de este tipo de certificaciones, lo ha implementado para el ganado vacuno, pero aún no tiene un sello para el caprino» dice Walter Ríos.

Así empezó todo

Hace apenas tres años, este joven norteamericano no había pisado nunca la Sierra de Huelva. Pero sabía que quería invertir en el sector ganadero en España. En un principio, él y su familia pensaron en apostar por la cría de cerdo ibérico ecológico , pero un día llegó hasta este rincón de la Cuenca minera y todo cambió.

Cabras de raza florida

«Vine a la finca sólo una vez con el agente inmobiliario. Era por la tarde. Subí a la parte alta, miré al horizonte rodeado de montañas, de árboles verdes y naturaleza. Entonces supe que me quedaría aquí. Y la compré. Después, pensando en la posibilidad de meter máquinas para limpiar el monte, me recomendaron que lo hiciera con cabras porque mientras se comen la maleza, abonan el terreno. Así empezó esta aventura» cuenta a ABC este joven empresario, que se declara enamorado de Andalucía.

Hasta ahora, llevan invertidos más de cinco millones de euros , aunque está a la espera de una ampliación de capital para comprar las fincas adyacentes y aumentar las cabezas de ganado, principalmente de cabra florida , una especie endémica de la zona.

«A día de hoy somos la principal explotación caprina de la provincia de Huelva, pero queremos convertirnos en la más grande de España y superar los 20.000 ejemplares . De esta forma, además, podremos cultivar nosotros mismos su alimento, abaratando costes y mejorando la calidad de su alimentación». Según Ríos, su modelo de negocio no busca la rentabilidad a corto plazo, sino mirar al futuro, poniendo en el centro el bienestar y confort animal. Así, obtendrán un producto con una calidad óptima, aunque ello implique «una rentabilidad a largo plazo».

Pero las cabras no sólo sirven para producir leche, también para cuidar el entorno, como explica el responsable de la finca. «Hablamos también del empleo de la cabra como agente de prevención de incendios, porque si vas metiendo piaras de cabras preparadas y adaptadas para ir limpiando el campo, con cabras bombero como yo las llamo; evitas que se propague el fuego en temporada de incendios. Sería un tratamiento totalmente ecológico, pues además no hace falta meter maquinaria en el monte. Así mantenemos el ecosistema y protegemos el medio ambiente».

Turismo, formación y relax

Una vez asentado el negocio de « producción lechera », los planes de la familia Ríos es diversificar. Lo siguiente será una quesería donde elaborar productos con el valor añadido de producción «orgánica». Un queso que esperan llegue hasta la mesa del expresidente de los Estados Unidos Barack Obama «porque tenemos relación en la familia con él, pero también quiero que llegue al mayor número de personas».

En el centro de la imagen, Walter Ríos junto a su familia y los empleados de la finca. ABC

Después, la quesería servirá como un centro de interpretación y conocimiento del sector caprino para turistas y escolares. La última fase sería la construcción de un complejo rural «para que los que viven en núcleos urbanos puedan disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad, mientras aprenden a elaborar un queso».

De momento, la finca cuenta con un pequeño spa que incluye una sala de relajación con sal roja traída expresamente desde las cumbres del Hilamaya .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación