La triple pinza que paraliza Granada

La imagen de un alcalde bloqueado en su minoría política. En su primer pleno ordinario como regidor, Francisco Cuenca (PSOE) no consiguió sacar adelante la estructura directiva que había diseñado para gobernar el Ayuntamiento de Granada con solo ocho concejales del total de 27.

Era la única votación para la que necesitaba mayoría absoluta pero solo tuvo, además de los suyos, los votos favorables de los cuatro ediles de Ciudadanos escenificando la «pinza» que el Partido Popular denunció ayer que estaba en funcionamiento desde hace un año para arrebatarle el Gobierno de la ciudad que le correspondió como fuerza más votada.

Ciudadanos solo hace seguimiento de las «directrices» que le llegan desde Sevilla, lamentó la portavoz del PP, Rocío Díaz, en referencia al pacto entre Susana Díaz y Juan Marín en la Junta de Andalucía.

Entre el PSOE y el resto de fuerzas políticas «no hay diálogo» pues «el único objetivo que tenían era echar al PP del Gobierno municipal», resaltó Rocío Díaz quien justificó la abstención de su grupo a la estructura de coordinadores y directores generales propuesta por Cuenca incidiendo en que «no sabemos quienes van a venir a esos puestos».

Los grupos de izquierda, Vamos Granada e Izquierda Unida, también se abstuvieron porque creen conveniente que sean funcionarios quienes ocupen esas plazas que el PSOE quiso reducir sin éxito.

Granada, mientras tanto, corre un serio riesgo de que la parálisis política termine de colapsar a la débil economía municipal en riesgo de intervención por las administraciones superiores desde hace meses. La subida de impuestos se da por descontada en el PP.

¿Quién es el responsable último? Para el PP, es el propio PSOE en coordinación con Ciudadanos boicoteando cualquier intento de aprobar el presupuesto del presente año porque «tenían amañada la moción de censura», aseguró ayer el concejal del PP, Francisco Ledesma. Muestran por tanto a Cuenca como víctima de su propia pinza con el portavoz de Ciudadanos, Luis Salvador, antiguo dirigente socialista.

El hoy también diputado con Albert Rivera no se quedó, sin embargo, sin dar ayer su versión de los hechos señalando una segunda pinza: la del PP y Podemos.

Según Salvador, «hicieron una pinza para abstenerse juntos» en «una oposición obstruccionista y desleal que no respeta mínimamente las reglas del juego democrático».

Esa segunda pinza tiene como versión una tercera en la que se suma Izquierda Unida a Podemos que, con Equo, está integrada en el Ayuntamiento en Vamos Granada. Todos juntos son ahora de cara a junio Unidos Podemos por imperativo nacional porque en el ámbito local las relaciones entre ellos no son buenas.

El edil comunista, Francisco Puentedura, apoyó la moción contra la unificación de los hospitales presentada por Vamos Granada pero no la del PP, cuando entre ellos se apoyaron en ambas votaciones con un mismo objetivo: paralizar la caótica reordenación sanitaria que se centralizará desde julio en el Parque Tecnológico de la Salud.

Estos vaivenes dentro de la izquierda preocupan al PSOE. El portavoz del equipo de Gobierno, Baldomero Oliver, llamó la atención sobre esta conjunción de fuerzas en la oposición, conscientes de que no van a poder dar ni un solo paso con el bloqueo hacia el que de momento se encamina el pleno municipal.