La historia de la célebre biblioteca de Granada que fue un ruidoso salón de baile

La biblioteca municipal con más solera de Granada fue en tiempos pretéritos un salón de baile. De hecho, muchos granadinos no saben que de ahí toma su nombre la biblioteca del Salón, en el paseo del mismo nombre, junto al río Genil. Una efeméride que ahora tratan de divulgar con fines turísticos organismos como Turismo de Granada a través de las nuevas tecnologías, conscientes de que los viajeros de interior requieren cada vez de más información y curiosidades de los destinos que visitan.

Junto al Puente Romano y frente a la actual Fuente de las Granadas, el inmueble de influencia modernista fue construido a principios del siglo XX por el arquitecto Ángel Casas, maestro en el eclecticismo y artífice de otros inmuebles emblemáticos de la Granada contemporánea como el Banco Hispano-Americano y el Palacio de los Müller en Gran Vía de Colón.

Según extracta el blog Rincones de Granada, el palacete fue concebido en 1917 como salón de baile, una extensión del Casino de Puerta Real de España, donde los bailes y la algarabía de aquella Granada perdida entorpecían la actividad de los socios. Decidieron trasladarlo a esta zona que se ajardina conforme a los gustos de la época.

El edificio, donde hoy cada mañana los mayores leen los periódicos y los escolares realizan sus tareas, está compuesto de semisótano, planta baja y torreón circular con sus características tejas verdes. Resaltan sus escaleras curvas de acceso con barandas de piedra.

En 1931 pasa a ser una biblioteca a instancias de las autoridades republicanas, tras las reformas acometidas por el arquitecto Alfredo Rodríguez Orgaz. En el extremo opuesto de los jardines se situó el Puente Verde, llamado así en recuerdo al antiguo de madera pintado en verde y sustituido durante la invasión francesa por el actual de sillares de piedra procedentes del desmonte de la torre del monasterio de San Jerónimo.