Treinta y dos agrupaciones abren las semifinales

Veinte chirigotas, diez comparsas, un coro y un cuarteto han superado la fase preliminar del XXXIV Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Córdoba, que lleva un ritmo de asistencia de público insólito, pues desde el pasado 21 de enero la media de ocupación del Gran Teatro de Córdoba ha sido del 90 por ciento. Este viernes arrancan las semifinales.

Inaudita también es la cantidad de sanciones del jurado a los grupos por infringir las bases, ya que los figurantes, de la emoción, se ponen a dar palmas en la interpretación de los repertorios. Error. Muy atentos porque les quitan puntos hasta por respirar, por toda «manifestación sonora».

Al margen del revuelo que las cinco sanciones han generado entre los grupos en las redes sociales, la fase preliminar, como antesala de las cuatro sesiones de semifinales que arrancan hoy, ha contado con un nivel de los grupos muy considerable, si bien la primera criba ha sido justa aunque se hayan quedado atrás el grupo de Sito y Pepe Carrillo, «Los Juntaletras»; el del Tomate y Saavedra, «Welcome to Córdoba» y «Los Válidos del Samu».

Aún así, el Carnaval de este año es más de aquí que nunca: Miguel Amate con «Piedra Escrita» y Los lobos de Rafael Cámaras-Altas representan la tradición y la vanguardia, pero partiendo ambos de una manera de escribir y de componer que los hace únicos.

El tridente de Marcos Monje, Julio Horcas y Suso con «El comedor» trae la crítica social más reivindicativa en unos pasodobles de los de escuchar una y otra vez.

Cambiando de modalidad, «La chirigota más esperada» ha llegado desde Villarrasa (Huelva) con un repertorio divertidísimo y una puesta en escena espectacular. Sin embargo, el efectismo no es necesario cuando el tipo lo dice todo: «Las del Canalillo», «El nervios», «Los Rodríguez», «El día que yo me jarte», son grupos que interpretaron tan bien como cantaron, o al revés. Lograron que el público se desternillara nada más abrir el telón.

Para los aficionados no se sabe si están todos los que son, pero no hay duda de que son todos los que están. Y no solo por los autores, que también, sino por el nivel de repertorios de las comparsas y la gracia de chirigotas, de hombres, pero también de mujeres -Las Nenas de Suso y Las chicas de Marcos-.

El coro de Espiel, con ese tanguillo tan cordobés que recuperara el genial David Amaya y el cuarteto «No hay que ser cabrón» completan el menú de unas semifinales que se auguran espectaculares.