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Tribunales

Piden 24 años de cárcel por desviar fondos de dos notarías

Cuatro empleados usaron provisiones de clientes para invertir en el ladrillo

Córdoba Actualizado: Guardar
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La Fiscalía ha pedido 24 años de prisión para cuatro empleados de dos notarías de Córdoba, a razón de seis años cada uno, para que respondan de sendos presuntos delitos de estafa y falsedad que se desarrollaron al calor de las grandes operaciones del ladrillo. La calificación del Ministerio Público entiende que los cuatro acusados, aprovechándose de sus empleos, montaron un esquema para distraer dinero y dedicarlo a inversiones particulares en el sector inmobiliario hasta el año 2007.

En total, se calcula que el dinero que se distrajo por el camino, siempre presuntamente, ascendió a 2,5 millones de euros. Cuando todo se vino abajo, la compañía de seguros de responsabilidad civil puso la mayor parte del dinero del agujero creado con 2,1 millones.

El resto, corrió a cargo de los dos notarios titulares.

El fiscal explica cuál era el sistema que, supuestamente, estuvo funcionando entre 2004 y 2007, años de enormes negocios en el sector inmobiliario. Los acusados utilizaban las provisiones que se realizaban para cubrir los costes tributarios y de fe pública de grandes operaciones, algunas superiores a 40 millones de euros.

Sobre el coste total de la operación, el cliente ingresaba una provisión de fondos para cubrir todos los gastos. Sobre una venta de 19 millones de euros, el cliente entregaba un cheque para adelantar los costes por 190.000 euros. La cantidad realmente declarada por los acusados, dice el fiscal, era de 19.000 euros. El resto se derivaba de compraventas de inmuebles para el lucro de los acusados, siempre según la calificación del Ministerio Público. En ocasiones, ni siquiera se ingresaba parte del dinero. De una operación de 45 millones, se derivó una provisión de 450.000 que fue íntegra a los bolsillos de los acusados, siempre presuntamente.

Dado el enorme nivel de negocio de aquella época, los acusados utilizaban la siguiente operación para cubrir el desvío realizado. El dinero, como todo el mundo sabe, dejó de fluir. El agujero generó sanciones tributarias e intereses de demora.

El fiscal afirma que se han podido constatar, cosa que tendrá que ver el juez en vista oral, las grandes operaciones dado que generaban fuertes ingresos. Asevera que la defectuosa contabilidad de ambos despachos ha impedido que se constate si también hubo desvío de fondos en compras y ventas más pequeñas.

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