Cosmopoética 2021

Miren Agur Meabe, una escritora de la tradición vasca que lleva su propia poesía al castellano

La autora fue la primera galardonada con el Premio Nacional de Poesía por un libro en euskera

Miren Agur, en el centro de la imagen durante la presentación de Félix Ruiz Cardador ÁLVARO CARMONA
Luis Miranda

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Escribir en una lengua concreta responde a una decisión. Y en el caso de Miren Agur Meabe , que lo hace en euskera, también «un acto ecológico, una opción». «En mi caso responde al amor a mis raíces, a mi concienciación sobre el valor de la lengua más antigua de Europa , a la que hay que ayudar para que no se disuelva en el amalgama de la globalidad», cuenta la autora, que este viernes participó en el festival Cosmopoética.

Miren Agur Meabe (Lekeitio, Vizcaya, 1962) es autora de poesía, narrativas y obras para el público infantil y juvenil, y ayer llevó textos de su último libro, titulado ‘Nola gorde errautsa kolkoan’ y traducido por ella misma al castellano bajo el título de ‘Cómo guardar ceniza en el pecho’ .

Fue el primer libro escrito en euskera que ganó el Premio Nacional de Poesía . Por eso antes de intervenir habló sobre las dificultades de pasar de una lengua a otra un género como la poesía, que pierde a veces en la traducción.

Es consciente: «Considero que traducir tiene mucho de buscar alternativas . Suelo tener la sensación de que lo que estoy ofreciendo es el mismo cuerpo, pero ataviado con dos ropajes distintos : el de la lengua A y el de la B, como si ambas lenguas se estuvieran aromatizando mutualmente y enriqueciendo».

Por eso sabe que debe tener en cuenta muchas cuestiones inherentes a la poesía , como el ritmo, la musicalidad y el mundo simbólico , que pueden cambiar cuando se vierten en otra lengua. Es necesario, entonces, buscar alternativas, pero con cuidado. Como recuerda, «lo que funciona en la lengua original no siempre es sugerente o evocador, incluso puede ser cursi en la segunda lengua».

Para ella, no es ilícito tomar ciertas licencias, que «consiguen que la obra nueva tenga el contenido o la fuerza que deseamos». También las notas a pie de página , en que el lector puede conocer ciertas connotaciones de la versión original.

Las palabras de Miren Agur Meabe están llenas de metáforas , como corresponde a una poeta, y por eso las utiliza para ser precisa al hablar de la traducción. Utiliza dos lentes, dice. «Cuando trabajo el original, en euskera, es como si tuviera una lente de corto alcance , con la que estoy indagando y explorando el pensamiento, las emociones en esa lengua. Pero cuando me autotraduzco tengo que utilizar una lente de mayor alcance, porque puede que me lean de mi entorno próximo o también de más allá del charco», resume.

Para del axioma de que toda traducción tiene algo de «inabarcable o inaprehensible », pero recuerda una fras que le leyó a Manuel Borrás, el editor de Pretextos , uno de los sellos más importantes en la publicación de poesía: «Si bien todo traductor tiene algo de traidor , también tiene la dimensión de ser seductor».

Así que puede suceder que un párrafo determinado haya ciertas rimas internas o un campo semántico importante que no se pueda reproducir en la lengua a la que se traduce. Así que no duda en llevarlos al párrafo siguiente: «Me doy todas las licencias que considere necesarias para seducir o envolver en esa atmósfera a los lectores en castellano».

Las licencias son lícitas y básicas, porque, a diferencia de lo que sucede en textos filosóficos, históricos o científicos, aquí, además de la dimensión comunicativa, hay otra estética , «y para conseguirlo hay que utilizar otra cinta métrica».

«Lo que funciona en la lengua original no siempre es sugerente en la segunda lengua; incluso puede resultar cursi», advierte

La cultura vasca , explica, tuvo testimonios escritos sólo de forma muy tardía, «y la mayoría de los libros eran catecismos o devocionarios religiosos », pero, en cambio, la tradición oral es «riquísima» , y está compuesta por baladas, romances, canciones de cuna y cantinelas de juegos.

«La tradición es una especie de escalinata o andamio por el que una empieza a trepar sin saber muy bien qué va a encontrar», afirma la escritora. Los asistentes a su lectura de ayer en Cosmopoética pudieron escuchar algunos versos en euskera antes de recorrer su poesía ya en castellano por los poemas de ‘Cómo guardar ceniza en el pecho’.

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