PATRIMONIO
La inversión extra de la Junta en Medina Azahara de Córdoba durante 2019 se reduce a medio millón
Cultura quiere que a las partidas ordinarias y de personal (unos 2 millones) el presupuesto añada fondos para el Salón Rico y la conservación
EL apoyo económico de la Junta de Andalucía al Conjunto Arqueológico de Medina Azahara una vez que la Unesco lo ha declarado Patrimonio de la Humanidad no es que vaya a ser un dispendio. Más bien lo contrario. Las previsiones que maneja la Consejería de Cultura es que los presupuestos del Gobierno regional de 2019 recojan partidas extraordinarias para el yacimiento por un valor de alrededor de medio millón de euros, y que se sumarían a los en torno a dos millones que viene sumando el enclave omeya ejercicio tras ejercicio para sus gastos de funcionamiento ordinario y de personal.
La estimación financiera la realizó ayer para este periódico el director general de Bienes Culturales de la Administración autonómica, Marcelino Sánchez, y la hizo con todas las cautelas puesto que, tal y como indicó, pueden sufrir variaciones desde ahora hasta la redacción del presupuesto de la comunidad autónoma para el año que viene. El medio millón de euros en cuestión irá destinado casi a su integridad a la restauración integral del Salón Rico, que es una de las zonas clave de la ciudad palatina levantada por Abderramán III, además de al acometimiento de obras de conservación preventiva.
En este sentido, el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, anunció ayer que el partido presentará «una batería de enmiendas» a los presupuestos regionales de 2019 para que aumenten los recursos destinados a Medina Azahara. «Necesitamos más y mejor inversión por parte de la administración competente», pidió Moreno. Pero, ¿cuáles son ahora las prioridades de la Consejería de Cultura en relación a Medina Azahara? Las respuestas son las que siguen.
Salón Rico
La intención de la Junta es que el también llamado Salón de los Embajadores pueda abrir al público en un plazo cercano. Con este objetivo hay dos procesos de restauración en marcha, si bien activos sólo en su fase administrativa. El primero tiene que ver con la conclusión de las labores de la pavimentación de la estancia, cuyo coste asciende a uno s 200.000 euros, tal y como informó ayer a ABCel director general de Bienes Culturales. «Esperamos que el expediente esté listo antes de que acabe este año y que entonces puedan comenzar las obras, que no son de mucha duración: creemos que de en torno a seis meses», precisó Marcelino Sánchez. La tramitación de los permisos y recorrido legal para que la documentación esté lista lleva meses activada. La segunda pata de las actuaciones previstas en el Salón Rico se centrarán en la reposición de los atauriques —o motivos decorativos vegetales—, para lo que Cultura espera contar en los presupuestos de 2019 con una suma que se aproxime a los 300.000 euros.
Mantenimiento
Otra de las prioridades para Medina Azahara que tienen ya en mente los técnicos de Cultura es que el sitio mantenga sus condiciones patrimoniales y que en la medida de lo posible sea inmune al deterioro. Así, la Consejería trabaja con la intención de que en el último cuatrimestre de 2018 arranquen las tareas de consolidación de los taludes y la protección de los muros frente a las humedades, con un coste de 50.000 euros. El Conjunto Arqueológico lleva años realizando labores preventivas en este mismo sentido, si bien ahora las quiere potenciar para adecuarse a los requerimientos de la Unesco.
Pantallas vegetales
La solución arbitrada para el amortiguamiento del impacto visual de las parcelaciones cercanas al yacimiento arqueológico es la plantación de árboles que diluyan la presencia de las casas a la vista del visitante a Medina Azahara. Los técnicos de Cultura se encuentra ya inmersos en el diseño de estas pantallas vegetales. «Estamos aún en una fase previa: decidiendo qué especies vamos a utilizar», se extendió el director general de Bienes Culturales.
Plan Director
El documento marcará las directrices que ha de seguir el monumento en los próximos siete años e incorporará las recomendaciones y exigencias de la Unesco. El deseo de la Junta es que esté aprobado antes de que comience 2019. En la actualidad los técnicos revisan un documento base escrito hace doce años y que habrá de pasar por el estado de avance y de supervisión antes de ser firme.
Noticias relacionadas
