HOSTELERÍA

La hostelería de Córdoba urge a recuperar una escuela que «nunca tuvo que cerrar»

Chefs y profesionales coinciden en la necesidad de contar con personal cualificado

Prácticas en la Escuela de Hostelería de Córdoba Valerio Merino

Irene Contreras

El de la hostelería en Córdoba ha sido tradicionalmente un sector «refugio» . A las barras de bares y restaurantes llegan jóvenes que quieren probar la independencia económica y no tan jóvenes que necesitan ingresos con urgencia. Pero cuando se trata de alta cocina, los negocios no se conforman con cualquier perfil sino que buscan contratar a personal bien formado para nutrir sus equipos y garantizar el mejor de los servicios. Es una idea en la que insisten los profesionales que trabajan en la ciudad y que no entienden que la Escuela de Hostelería permanezca cerrada en lugar como Córdoba.

La chef Celia Jiménez , una de las Estrellas Michelin con las que cuenta la ciudad, considera que la escuela «nunca debió cerrar» y habla en nombre del sector para dar su «sí rotundo» a la urgencia de retomar la Escuela de Hostelería. Pero no de cualquier manera. Aboga por analizar el modelo de la formación que se prestará de forma realista, es decir, atendiendo a las necesidades del sector y a su demanda y ofreciendo respuestas integrales.

Llenar el vacío

Recuerda que los estudios de hostelería que se cursan en el IES Gran Capitán necesitan complementarse. Y señala que un servicio ineludible con el que debe contar la futura entidad formativa es un restaurante-escuela abierto a la calle, que permita a los alumnos conocer de verdad cómo se trabaja en una cocina o en una sala. «Hay referentes hacia los que mirar. Una buena idea sería fijarse en dónde y cómo han estudiado los chefs que están triunfando», afirma Jiménez. Tampoco comprende la parálisis de la Escuela de Hostelería el chef Periko Ortega , de ReComiendo , que insiste en que «necesitamos personal cualificado» y que la ausencia de una institución de formación potente en Córdoba está haciendo que la capital vaya «rezagada» y que no explote todas sus posibilidades.

Parte del «agujero» dejado por la Escuela de Hostelería del Imdeec lo han cubierto empresas privadas . Es el caso del proyecto formativo que el chef Juanjo Ruiz y la directora de la Casa de Manolete, Remedios Romero , han abierto en el edificio de la avenida de Cervantes. Eran conscientes, explica Ruiz, de la importante demanda formativa que había en la ciudad y que en su caso han orientado hacia puestos de mando directos e intermedios. «Ofrecemos teoría y práctica en un restaurante de alta cocina», afirma, así como «pequeños cursos monográficos» que también son muy solicitados por lod profesionales.

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