La guerra del precio de la naranja en Córdoba: 10 céntimos/kilo para el agricultor y dos euros en el súper

Diez céntimos . Es el precio que tiene en el campo el kilo de naranja navelina producida por los agricultores de la provincia. La horquilla sube hasta los 16-18 céntimos en el caso de la variedad salustiana. Son los números de la última sesión de la mesa de cítricos de la lonja de la Cámara de Comercio. Unos precios irrisorios que se explican, principalmente, por la fuerte competencia que está haciendo la naranja africana tras el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Sudáfrica de 2016.

Para llamar la atención sobre este problema, Asaja ha convocado una curiosa protesta para el próximo viernes 8 de febrero en el Bulevar del Gran Capitán: desde las 11.00 horas, los agricultores repartirán naranjas de forma gratuita para denunciar que la crisis de precios ni siquiera permite cubrir los gastos de producción del fruto. El mensaje está claro: con la actual coyuntura, sale más rentable regalarlas que venderlas .

El fruto que se comercializa desde más allá del Estrecho de Gibraltar (en países como Turquía, Egipto y Marruecos , donde además se espera una cosecha récord) se exporta con unos aranceles muy bajos y a menudo, según ha denunciado Asaja, se cultiva empleando productos prohibidos en Europa como los fitosanitarios , que abaratan la producción permitiendo así unos beneficios superiores. Además, al hundimiento de los precios en origen y a la débil estructuración del sector los agricultores añaden la amenaza recurrente de plagas procedentes de estos países.

Los agricultores de Córdoba ya han avisado: los precios actuales de los cítricos no son sostenibles . Son muy inferiores a los cotizados años atrás en un sector que nunca ha destacado por ir sobrado de rentabilidad. Todo ello en un año en el que la campaña se espera inferior a la del ejercicio anterior , lo que empuja a los productores a vender el fruto a precio de saldo, por debajo de lo que cuesta producirlos (los estudios de la Cadena de Valor del Ministerio y de la Junta los sitúan en 15 céntimos por kilo). Además, sin retorno económico no puede producirse contratación, y sin contratación no hay cosecha , por lo que la otra opción es dejar la fruta donde está. Esto es, colgando del árbol.

No se trata de un problema exclusivo de los patrones y trabajadores del campo. Mientras que los productores de cítricos venden su producto a 10 céntimos el kilo, en los supermercados la misma cantidad de naranja puede alcanzar los dos euros, según advierte Asaja. La organización agraria ha denunciado la situación de sus representados al Gobierno, que sin embargo no considera que se den las circunstancias para activar cláusulas de salvaguardia que están contempladas en el acuerdo comercial con Sudáfrica. Tan solo han contemplado, a través del Ministerio de Agricultura , retirar del mercado 50.000 toneladas de naranjas y mandarinas con destino a entidades caritativas y a la producción de zumo.