Finito de Córdoba, Fandi y Talavante se reparten ocho orejas en Cabra

La terna de toreros que salió a la plaza este miércoles en el centenario coso de Cabra ha salido a hombros tras la celebración de la tradicional corrida de toros con motivo de la Feria de Septiembre, en honor a la Virgen de la Sierra, en un festejo donde Finito de Córdoba cortó dos orejas y El Fandi y Talavente, tres por coleta con un encierro de Núñez de Tarifa de juego dispar y donde hubo media entrada.

Finito de Córdoba se vio obligado a mimar desde el arranque a su primer enemigo, al que practicó una faena madura con dosis de calidad en el toreo a la verónica y al natural. El diestro condicionado por la mínima fuerza del antagonista, se mostró dispuesto para así dejar su sello al reencontrarse con el público de la provincia en la temporada en la que suma veinticinco años como matador.

En el que fue cuarto, el torero dejó una faena donde hubo voluntad pero en la que no acabó de acoplarse con su antagonista. Destacar un par de series sobre la diestra, con intermitencia y varios naturales en una acción a menos que fue rematada con un gran espadazo.

David Fandila El Fandi, ante su primero, un astado con clase y más movilidad, dejó una faena versátil, como acostumbra, donde sobresalió en una serie sobre la zurda, muy templada y por bajo. El granadino, desplegó repertorio hasta abrumar al rival, colaborador en todo momento con el estilo de su lidiador, que apuró hasta el final para así desorejar.

En el quinto, variado con la capa y poderoso en banderillas, dejó una faena decreciente ante un animal soso que se difuminó tras los avivadores. La voluntad mostrada y celeridad a la hora de dar muerte propiciaron que el granadino sumará su tercer trofeo.

Alejandro Talavante dejó constancia del nivel que atesora durante la temporada, mostrándose con mando y decisión durante toda la tarde. Con el tercero estuvo dominador en una faena caracterizada por el toreo al natural y la sobriedad en las formas, adecuadas en colocación y pertinencia. Sin titubeos, buscó completar las tandas pese a la exigencia del enemigo, con menos clase sobre el pitón derecho.

En el sexto, pudo arrancar otro apéndice tras mostrarse variado con el capote y firme, de nuevo, sobre la zurda, con pasajes muy templados.