Los hermanos Salamanca en su finca de naranjos ecológicos
Los hermanos Salamanca en su finca de naranjos ecológicos - J.J.S.
Palma del Río

Embajadores de la cadenera ecológica

Los hermanos Salamanca cultivan y exportan esta variedad de naranja

Palma del Río Actualizado: Guardar
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BioValle Naranjas Ecológicas nació hace cuatro años gracias a la perseverancia de Juan Salamanca, ecologista convencido y biólogo, que porfió con su hermano César desde hace más de una década para que se pasase de la agricultura convencional a la «verde». César gestionaba unas hectáreas de naranjos de propiedad familiar y no lo veía claro, pues al principio el cambio supone un sacrificio enorme. «Tienes que aguantar tres años sin aplicar tratamientos convencionales y cultivando según el sistema ecológico pero sin poder vender esas naranjas como ecológicas, con lo cual se produce una merma en la producción y un aumento del gasto. Ese primer paso es muy duro», señala.

Para que el negocio fuese rentable tendrían que vender su cosecha ellos mismos.

«Somos nuestros propios comerciales. Llamamos a las tiendas y fruterías de toda España ofertándole nuestros productos», explica Juan.

BioValle también surte a cooperativas de consumo ecológico de Córdoba y Sevilla, además de a la parte flamenca de Bélgica: Amberes, Lovaina o Gantes. Y apuesta cada día más por esta expansión al extranjero.

Expansión

Su emblema y producto estrella ha sido desde el principio la cadenera, una variedad auctóctona de Palma del Río. Una naranja que da un zumo diferente, de color más anaranjado y denso y que tiene un sabor característico. Una variedad que no es muy conocida fuera, pero que está conquistando cada día más mercados. Juan asegura que no hay que confundir valor y precio: «En Palma del Río tenemos un producto excelente, nos han confundido porque están pagando poco por él, pero el valor sigue estando ahí».

La firma se está convirtiendo por méritos propios en embajadora de esta variedad de naranja que constituye una de las señas de identidad de este pueblo de la Vega y que configura el paisaje de la huerta tradicional. La cadenera se encuentra en peligro de desaparecer, pues la agricultura convencional la considera una variedad poco rentable.

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