Mayra Bravo y Ubencio Granoble, en su tienda de la calle Damasco
Mayra Bravo y Ubencio Granoble, en su tienda de la calle Damasco - Valerio Merino
CIUDAD JARDÍN

Los ecuatorianos de Córdoba viven con angustia el terremoto

La buena noticia es que, por el momento, sus familiares al otro lado del Atlántico están vivos, pero quedan zonas todavía por rastrear

Córdoba Actualizado: Guardar
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El terremoto de Ecuador del pasado sábado no sólo se notó en el seno de aquel país de América del Sur, sino también en el corazón de todos los ecuatorianos que residen en la capital cordobesa y que han vivido momentos de angustia, miedo, tensión e impotencia al enterarse de la catástrofe y tener que vivirla «desde tan lejos».

El colectivo ecuatoriano en Córdoba no supera las 200 almas, y gran parte de ellos se concentran en el barrio de Ciudad Jardín. Por el momento, la buena noticia es que, dicen en la comunidad, la tragedia final, es decir la muerte de un familiar, no les ha tocado de cerca, si bien son conscientes de que todavía quedan lugares en los que se desconoce la magnitud exacta de los daños provocados.

«Es la primera vez que he oído hablar de un terremoto tan fuerte en Ecuador», señala Ubencio Granoble, que lleva ya 15 años viviendo en Córdoba y ahora regenta, junto a su esposa, Mayra Bravo, una tienda de comestibles en la calle Damasco.

A través del Facebook

Ella se enteró por un aviso de su hermana el pasado domingo, a las 10.00 horas, a través de Facebook e inmediatamente trató de localizar a sus familiares en el cantón de Portoviejo, en la provincia de Manabí, donde se ubicó el epicentro, «pero las líneas estaban colapsadas». Fueron momentos duros, de tensión y miedo, hasta que finalmente contactó con ellos y le tranquilizaron porque estaban relativamente bien. «Ahora queda la tristeza y la impotencia de ver todo aquello desde tan lejos, con ganas de echar una mano, pero sin poder hacerlo», explica su marido.

«Yo me enteré el mismo día que pasó», explica, por su parte, Silvia Analuisa, que lleva ya en Córdoba viviendo desde el año 2000: «Me llamaron mis familiares a las 03.30 horas y, aunque el susto fue tremendo, me dijeron de inmediato que estaban todos bien». Por el momento, también ella está a la espera de que finalicen las labores de rescate, ya que «tienen que transcurrir todavía otras 72 horas más en las que podrían aparecer nuevas víctimas», señaló.

Desde Cruz Roja, se ha hecho un llamamiento de ayuda a la población cordobesa para recaudar fondos que le permitan reforzar su labor de ayuda a las víctimas del terremoto. Las donaciones se pueden hacer a través del teléfono 900 224490, un SMS con la palabra AYUDA al 28092, la página web de la organización o en las entidades especificadas en su web.

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