Las jaulas de Pepe Espaliú en la exposición del C3A
Las jaulas de Pepe Espaliú en la exposición del C3A - ÁLVARO CARMONA
CULTURA

El C3A de Córdoba traza el círculo de Pepe Espaliú

El centro revive al artista con un recorrido por su obra en el que se disuelve el espacios entre la creación y el compromiso

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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El espacio que separa lo íntimo de lo político es maleable. A veces se abre y otras se contrae hasta casi disolverse. El artista cordobés Pepe Espaliú lo recorrió y dejó un testimonio complejo, herencia de su tiempo y sus vivencias personales. Parte de ese relato puede visitarse estos días en el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), donde una amplia exposición salda las cuentas con el artista, considerado uno de los más significativos de los años 80 y 90 en España. «Círculo íntimo: el mundo de Pepe Espaliú» reúne 75 obras del artista, prologadas por una docena de piezas de otros autores que influyeron en su pulso creativo.

Así lo explicó ayer el comisario de la muestra, José Miguel García Cortés, en un emotivo acto en el que también estuvo presente la familia del artista.

Su hermano, Manuel Espaliú, admitió sentirse «desbordado» ante el cariño con el que se ha logrado reflejar en la exposición el pensamiento de Pepe Espaliú, «muy de actualidad» en los tiempos que corren. Impregnó su obra de compromiso y denuncia social con una sutileza que sin embargo no desmereció la valentía de romper con los tabúes de la época. Habló de sus propias «heridas» -contrajo el SIDA, la gran enfermedad silenciosa de la época- y de las jaulas de la identidad, del deseo y la duda, en obras cargadas de simbolismo que vistas desde la contemporaneidad parecen gritar ese lema tan trillado de que lo personal es político. Pero sin lemas, ni panfletos, ni pancartas.

«Con el paso de los años, su obra no ha perdido importancia sino lo contrario», aseguró el comisario de la muestra, que ahondó en que el artista supo aunar «la vertiente poética y simbólica con la reivindicación y el compromiso». El resultado es una visión «compleja, que no críptica», puesto que su obra «no es una evidencia» sino que está «sugerida». Y en ello tiene un peso específico el cuerpo humano, que, sin embargo, no llega a aparecer en la obra. En Espaliú, lo que no está también tiene materia, y así lo expone en uno de sus textos, que acompañan a sus obras en la amplia exposición del C3A: «Extraña contradicción: dibujar ausencias dibujando así la más entera presencia».

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De Duchamp a Romero de Torres

La muestra se compone de obras procedentes de varias pinacotecas del país, entre ellas el Museo Reina Sofía de Madrid, del Instituto Valenciano de Arte Moderno o el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla. También, de fondos del Centro de Arte Pepe Espaliú de Córdoba, la Fundación Coca Cola, las fundaciones La Caixa y Caja Mediterráneo y la Galería Pepe Cobo, además de colecciones particulares. Se distribuye en cuatro áreas que abordan la propia identidad del autor, marcada por la soledad y simbolizada por la máscara, la herida, física y psicológica, que marcó su vida durante los últimos años, la marginación social y la necesidad de escapar del aislamiento, de abandonar las jaulas.

Todo ello viene precedido de una aproximación a las influencias artísticas del autor, con obras de Joan Brossa, Louise Bourgeois, Marcel Duchamp e incluso un pintor tan aparentemente dispar como Julio Romero de Torres. Influencias en las que no hay que buscar indicativos ni referencias directas, explicó García Cortés, sino un contexto, una manera de situarse en el mundo.

Con esta muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 3 de septiembre, Córdoba cumple su «deuda» con el artista, según expresó la consejera de Cultura, Rosa Aguilar. Una deuda artística con uno de sus hijos más prolíficos, pero también una deuda humana con quien miró de frente a sus propios demonios para plantarles cara en un contexto en el que la sociedad miraba hacia otro lado.

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