Córdoba rinde tributo a «Juego de Tronos» con dos cócteles

Córdoba ha vivido estos días su particular semana de pasión de «Juego de Tronos», coincidiendo con el rodaje de la serie en Almodóvar del Río y con la visita de alguno de los actores más conocidos a la capital, por lo que no es de extrañar que la fiebre que produce haya llegado a la gastronomía.

Al igual que ha ocurrido en muchos de los escenarios españoles en los que se ha rodado esta serie, que reúne a millones de espectadores para seguir su trama, Córdoba ha querido obsequiar al equipo de rodaje con un particular tributo, y en este caso, lo ha hecho a través de dos cócteles inspirados por los personajes de esta serie de fantasía y la saga literaria: «Canción de Hielo y Fuego», de George R.R. Martin.

De hecho, el creador de estos cócteles y gerente de Distrito Cóctel Bar (Calle Goya, 8 - Huerta de la Reina) , Santiago Madueño, reconoce a Efe que es «más fan de los libros que de la serie», de la que apenas ha visto una temporada.

«Es que este mundo apenas me da el tiempo suficiente como para seguir una serie con tantos episodios, aunque, sobre todo, soy fan del mundo de Juego de Tronos», confiesa Madueño, que muestra con orgullo sus dos últimas creaciones: «El Caminante Blanco» y «Daenerys», dos cócteles de hielo y fuego, respectivamente, que harán las delicias de los fans de esta saga y de los aficionados a la coctelería.

Ingredientes

El primero de ellos, «El Caminante Blanco», inspirado en los personajes más aterradores de la saga, se presenta rodeado de una capa de bruma, producida por hielo seco, y sobre dos calaveras de cristal, rellenas de un color azulado, similar al de los ojos de estos personajes.

Se trata de una combinación «fresca y contundente», según explica Madueño, de ginebra, vodka infusionado con hierbabuena, lima y Montilla-Moriles, y que va acompañado con alcohol de azúcar.

El segundo, «La Madre de Los Dragones» o simplemente «Daenerys», está inspirado en uno de los personajes más queridos por los aficionados a esta saga, y se sirve en un vaso con forma de huevo de dragón, rodeado de humo y fuego.

Se trata, en este caso, de una creación que combina productos de todo el mundo, como el mezcal de México, el whisky escocés, el ron de Guatemala y el vino Pedro Ximénez de Córdoba, además de clara de huevo, y se acompaña con pitaya, «considerada la fruta del dragón», según indica el barman. En ambos casos, hay esencias muy cordobesas.