Contramiradas

Carmen de la Fuente, jefa de la UCI del Reina Sofía: «No sabíamos a qué nos enfrentábamos realmente»

La realidad desconcertante del coronavirus expresada en siete palabras. Nuestra entrevistada de hoy no se anda con paños calientes para examinar un ciclón que ha cambiado todo

Carmen de la Fuente, en el hospital Reina Sofía de Córdoba Valerio Merino
Aristóteles Moreno

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Si las unidades de cuidados intensivos han sido el epicentro del dolor, la mujer que tienen en la imagen lo ha tocado a manos llenas. Y aquí está. Plena de energía y compromiso. Al frente de un servicio vapuleado por un terremoto de intensidad nunca vista. La furia de la pandemia no se ha ensañado con Andalucía. Menos aún con Córdoba. Y Carmen de la Fuente lo admite con humildad y voluntad de rearmarse de cara al futuro. Porque el futuro ya está aquí.

¿Qué paisaje ha quedado después de la batalla?

Todavía queda algún resto. La UCI es un sitio de mucha actividad. Y tenemos entrenamiento en dar la batalla. Hemos pasado de la fase de miedo y estrés a aclimatarnos. Nos gustaría tener más tiempo de reflexión . Necesitamos hacer un parón. Una sanación. Esto nos ha puesto en jaque. Al sistema sanitario y a la sociedad.

12 ingresos en la UCI en toda Andalucía. ¿Podemos cantar victoria?

El virus está, aunque circula mucho menos. Y, si mantenemos las medidas de precaución , nos moveremos en brotes aislados que se puedan ir controlando. No podemos bajar la guardia. En Córdoba tenemos una situación muy favorable. No es así en todos los sitios. Pero hasta que no exista una vacuna no estará vencido.

«Hemos pasado de la fase del miedo a aclimatarnos. El virus nos ha puesto en jaque»

Las UCIs son el epicentro del dolor.

El dolor se ha vivido en muchos sitios. Las UCIs son el sitio más extremo. El 12% de los ingresos han acabado en intensivos. Son los casos más complejos. Hemos visto también casos de gente joven y relativamente sana. No estaba previsto. Se ha vivido un estrés tremendo en urgencias. Y atención primaria está en primera línea. Hemos vivido situaciones muy dramáticas . Familias que han perdido a cinco personas .

Carmen de la Fuente, en el hospital Reina Sofía de Córdoba Valerio Merino

¿Y hemos pasado la prueba de estrés?

Nunca se pasa del todo. El estrés lo genera la falta de preparación y el desconocimiento. No sabíamos a lo que nos enfrentábamos realmente. Y queda mucho por saber de la enfermedad. Tenemos que estar más preparados. Tener disponibilidad de espacio y material. Plantillas formadas. Y se está haciendo un esfuerzo de evaluación. No es cuestión solo de una cama y un respirador. Es una enfermedad muy compleja con muchas complicaciones de todo tipo.

¿Hemos aguantado bien porque el virus no se ha ensañado con Andalucía o el virus no se ha ensañado con Andalucía porque estábamos preparados?

Es una pregunta muy difícil. La expansión del virus tiene muchos factores. Como, por ejemplo, la movilidad. En las áreas del sur ha tenido menos impacto. El problema no es estar preparados sino la incidencia que haya tenido. Y aquí ha sido inferior. Otro tema es la mortalidad ajustada a las tasas de incidencia. Las grandes urbes y sitios con mucho turismo tuvieron más incidencia. Nos consta que los compañeros de Madrid han sufrido una avalancha. Si te entran cien pacientes de golpe es muy difícil dar respuesta.

«Nuestro sistema sanitario es público y da cobertura a todos. Eso es una grandeza»

¿El huracán Covid ha sido la peor catástrofe con la que se ha enfrentado?

En mi carrera profesional, sí. Lo peor. Ese miedo que he sentido de subir a una planta y ver a un paciente que no sabes si tiene Covid no lo he vivido nunca.

¿Qué hemos aprendido?

Me quedan dudas si como sociedad hemos aprendido algo. Entiendo que sí. Hemos aprendido muchísimo de cómo enfrentarnos a una cosa que era nueva. A tener que dar respuesta a algo tan desconocido. Tenemos que aprender para saber cuáles son nuestros errores. Y me preocupa que caiga en saco roto.

¿Y si hay una nueva oleada en otoño?

Creo que vamos a estar mejor preparados. Estamos trabajando estos meses para habilitar estructuras y circuitos . Los profesionales estamos muy fatigados y necesitamos un descanso. Tenemos más medios, más test y los recursos mejor organizados.

«El dolor se metaboliza convirtiéndolo en alegría muchas veces»

¿Cuál es la clave de un sistema de cuidados intensivos óptimo?

La clave está en identificar pacientes que tienen riesgo de una enfermedad grave de forma precoz. Hay un concepto que me gusta mucho: los cuidados intensivos preventivos . Somos especialistas en detectar la gravedad de las enfermedades. Estamos 24 horas y siete días a la semana y la clave es tener infraestructura de profesionales y material que te permita adelantarte al proceso del paciente. El paso por la UCI es una cosa tan traumática que quien ha tenido un respirador necesita hasta un año de recuperación para hacer una vida normal.

Carmen de la Fuente, en el hospital Reina Sofía de Córdoba Valerio Merino

Alemania, 34 camas de UCI por cada 100.000 habitantes. España, 9,7.

Ese detalle es importante. Hay un estudio de 2012 y Alemania nos gana por goleada. La media europea está en 11,5 camas. Ese es uno de los retos. En la Sociedad de Medicina Intensiva trabajamos por conseguir unos estándares buenos y necesitamos más camas.

25.000 sanitarios infectados en España. ¿Dónde está la avería?

No tengo una opinión con datos para saber cuál ha sido el problema. Han estado más expuestos los profesionales de otras áreas. En las unidades de cuidados intensivos no ha sido tan alto el contagio. Quizás porque hay un personal más entrenado para las medidas de aislamiento . No estábamos protegidos. Eso es una realidad. Es un error importante del que hay que aprender. Y lo tenemos como una espina clavada en nuestro corazón.

«No estábamos protegidos. Y lo tenemos como una espina clavada en el corazón»

¿La pandemia ha puesto al sistema sanitario español en su sitio?

¿Poner en su sitio qué significa? Hay mucha opinión de calle. Y hay que ser serios y hacer una reflexión real de lo que ha pasado. Qué tenemos, dónde estamos y hacia dónde queremos ir. No olvidemos que nuestro sistema sanitario es público y da cobertura a cualquier persona. No todos los sistemas sanitarios de Europa son completamente públicos. En otros países, si no tienes un seguro no te atienden. Y eso es una grandeza de nuestro sistema que está por encima de cualquier cosa. Independientemente de que habrá errores que tendremos que reevaluar.

Dicho de otro modo: ¿la joya de la Corona resultó ser bisutería?

Si es por bisutería, ha habido mucha en el mundo. Nuestra sanidad es de alta calidad . Sinceramente. Independientemente de que haya deficiencias. ¿Debe de seguir siendo de alta calidad? Sí. ¿Hay que invertir más recursos ? Probablemente también.

Habrá sido testigo de mucho dolor.

Sí. Mucho dolor. Esas caras de enfermos que fallecen porque no puedes hacer nada se te quedan. Se te quedan muchas familias que comparten contigo muchas cosas. Enfrentarte con la muerte y el sufrimiento diariamente es duro.

¿Y cómo se metaboliza el dolor?

Convirtiéndolo en alegría muchas veces. Sacas del dolor un aprendizaje. Y lo transformas en una cosa positiva. En una vivencia para tu vida personal. Minimizas y relativizas cosas que son intrascendentes. Los enfermos nos enseñan. Y hay enfermos que te los llevas a casa.

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