Rafael Gómez durante el juicio celebrado el pasado mes de enero
Rafael Gómez durante el juicio celebrado el pasado mes de enero - A.C.
TRIBUNALES

La Audiencia de Córdoba ratifica la pena de 5 años de prisión a Rafael Gómez por fraude fiscal

Desestima los recursos y apunta que «estamos ante una clara conducta criminal y no meros incumplimientos tributarios»

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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La Audiencia Provincial de Córdoba ha ratificado con rotundidad la sentencia que condena al empresario cordobés Rafael Gómez a cinco años y tres meses de cárcel, y a abonar una sanción económica que roza los 112 millones de euros como autor de dos delitos contra la Hacienda Pública, a la que dejó de pagar casi 29 millones de euros.

El fallo, adelantado por Diario Córdoba y al que ha tenido acceso ABC, desestima todos los recursos presentados por el Ministerio Público, el propio Gómez y la Agencia Tributaria. Considera, respecto al primer delito (dejó de ingresar a Hacienda 25,5 millones reduciendo la factura fiscal a través de Arenal 2000) que «estamos claramente en presencia de una conducta criminal de naturaleza fiscal y no de meros puntuales incumplimientos tributarios susceptibles por separado de revisión administrativa».

En cuanto al segundo delito (defraudó 3,2 millones a través de Arenal 2001), los magistrados de la Sección Tercera de la Audiencia señalan que «todas esas operaciones han sido artimañas y ardides contables que buscaban adrede, por un lado, ocultar la realidad contable y fiscal de la sociedad, y, por otro, sortear la imposición fiscal verdadera de la sociedad a través de opciones y deducciones tributarias que son fruto de una aplicación patentemente incorrecta y forzada de la norma tributaria».

Además, el tribunal apunta «alto y claro» que durante el proceso penal, Rafael Gómez «no ha sufrido vulneración de su derecho fundamental a que se tutelen judicialmente sus intereses legítimos con la defensa adecuada de los mismos a través de la diversa prueba pericial practicada. En este sentido, sentencia que la pena a la que ha sido condenado el empresario es «benigna, una de las mínimas que podría recibir», pese a la «escandalosa cuantía de la defraudación».

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