Un gamo abatido por los furtivos
Un gamo abatido por los furtivos
SUCESOS

Detenidos dos cazadores furtivos que usaban una«extrema crueldad»

La Guardia Civil los pilla tras un largo apostadero en un parque natural

JEREZ DE LA FRONTERA Actualizado: Guardar
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Dos cazadores furtivos fueron sorprendidos y detenidos por la Guardia Civil tras abatir a dos gamos en el Parque Natural de los Alcornocales en el término municipal de Alcalá de los Gazules. El Instituto Armado ha informado hoy que utilizaban un perro de presa para capturar las piezas y acababan después con la vida de éstas a golpes de martillo. «Usaban una extrema crueldad con los animales». La intervención ha sido posible gracias a la colaboración con los guardas particulares de campo.

La intervención se produjo tras tener conocimiento los guardias civiles de Alcalá de los Gazules de que había varios individuos que se estaban dedicando a cazar de manera ilegal en el Parque Natural. Los investigadores sospecharon debían tener un «perfecto conocimiento» de la zona, puesto que hasta el momento sólo se habían encontrado restos de piezas muertas.

Tampoco se oían disparos, por lo que los agentes pensaban que utilizarían armas con silenciador.

Tras numerosos apostaderos nocturnos y entrevistas con los guardas particulares de campo, con los que existe un «clima de excelente colaboración» -fruto de los diferentes planes Planes que la Guardia Civil lleva a cabo en el ámbito rural- en la madrugada del pasado día 6 de abril, se organizó un dispositivo para interceptar a los furtivos. Después tener constancia de que los sospechosos se encontraban por la sierra, pero sin poder llegar a localizarlos, los actuantes permanecieron apostados hasta que, con la luz de día, los agentes localizaron a dos varones que salían de la espesura de manera cautelosa, hasta un turismo que tenían oculto.

Los agentes los interceptaron en ese momento, cuando trataban de llevarse sus piezas, que se trataban de dos gamos jóvenes, que estaban ya descuartizados, y con marcas de haber sido atacados por un perro de presa, hasta tal punto que tuvieron que dejar en el lugar uno de los cuartos traseros del animal que había quedado inaprovechable tras el ataque.

 

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