Playa de Mónsul / ABC
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MEDIO AMBIENTE

Polémica por la licencia otorgada por la Junta a un chiringuito en pleno corazón de Cabo de Gata

Ecologistas critican la autorización concedida por la Administración para la apertura de un establecimiento de restauración en la playa de Mónsul

ALMERÍA Actualizado: Guardar
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Cuando en los tribunales y en las más altas esferas de la Judicatura se sigue debatiendo sobre lo que ha supuesto la ampliación del parque natural Cabo de Gata-Níjar, que ha originado conflictos como el de El Algarrobico, la Junta de Andalucía ha otorgado una polémica concesión administrativa. Se trata de la explotación del Centro de Servicios Litorales de Mónsul, en pleno corazón de este espacio protegido, que contempla la autorización para ofertar un servicio de restauración de comidas calientes. Como lo consideran los colectivos proteccionistas, «un chiringuito» dentro de la mayor zona virginal del litoral andaluz.

La asociación «Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar» ha elevado una queja ante la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz ante lo que tilda de «dudosa viabilidad ambiental» de la concesión administrativa y que contempla la autorización para ofertar un servicio de restauración de comidas calientes.

El colectivo proteccionista aplaude que se haya dado al inmueble uso de centro de interpretación e información turística, pero discrepa sobre la posibilidad de autorizar un lugar de restauración de comidas calientes.

Pero no es sólo este grupo de ecologistas el que está en contra del proyecto que promueve el Gobierno andaluz, sino que la plataforma «Change.org» ya lleva recogidas más de 28.000 firmas para oponerse al mismo, al considerar que podría tener unas repercusiones negativas para el medio ambiente. Para este nutrido grupo de personas la presencia de un establecimiento de hostelería en esta «emblemática» playa no es «necesario ni justificable» de ninguna de las formas, pese a que el proyecto plantee aprovechar unas instalaciones ya edificadas en las que se ofrezca información al visitante y se sostenga una tienda.

Sin embargo, desde el Gobierno andaluz se defiende que aunque el centro incorporará servicios de restauración, no dispondrá de un bar, sino de un espacio de «cafetería». En concreto, se remiten al pliego de cláusulas técnicas y administrativa donde se señala que el lugar destinado a este servicio es de unos sesenta metros cuadrados en los que ya se dispone una barra y una cocina. En concreto, el área de restauración, conlleva 42 metros cuadrados donde ubicar mesas y sillas para los usuarios, una zona de barra de aproximadamente diez metros cuadrados, y una cocina de unos ocho metros cuadrados.

El mismo pliego apunta la «situación» y las «ventajas» que el lugar ofrece «con un elevado número de visitantes, sobre todo en época estival». Así, añade que las instalaciones están diseñadas para realizar «actividades de interpretación e información ambiental y para que se pueda prestar un servicio de restauración asociado que permita cierta rentabilidad y reclamo de visita a las instalaciones».

Al respecto, el delegado territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Almería, Antonio Martínez, asegura que el «centro de servicios litorales» contará con una «pequeña zona de cafetería», pero que «en ningún caso» supondrá la instalación de «un chiringuito» en este espacio. A su entender, ha habido una «mala interpretación» por parte de los actores sociales al considerar que este espacio asumirá las funciones de un chiringuito, puesto que el servicio de restauración que ahí se ofrece operará como un «servicio secundario» para «dar descanso» a los visitantes del parque.

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