Moreno, con los presidentes provinciales del PP en Antequera
Moreno, con los presidentes provinciales del PP en Antequera - FRANCIS SILVA
política

Así será el Plan Renove del PP andaluz

Moreno no hará cambios drásticos ni inmediatos, incorporará a alcaldes con proyección y esperará a los movimientos de Madrid

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Dos fracasos electorales y una sensación de continua pérdida de confianza del electorado no son suficientes argumentos para abrir una crisis interna y darle la vuelta al Partido Popular en Andalucía. Juanma Moreno se abona a la «estrategia Indurain» de Rajoy y prefiere subir a piñón fijo el puerto de alta montaña en el que se ha convertido la reconquista de su electorado. Muchos en el PP reclaman un cambio en organización y nombres, pero el entorno de Moreno asegura que el cambio será siempre «en positivo» y «sereno», se producirá en las tranquilas horas del estío y para nada será traumático.

Moreno ya advirtió que llegaba a Andalucía para quedarse, que lo suyo es un proyecto a largo plazo y para nada se responsabiliza personalmente de los resultados de las elecciones andaluzas —pérdida de 500.000 votos y 17 diputados—ni en el adiós a las mayorías absolutas de las alcaldías de las ocho capitales.

El viernes recibía el respaldo de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría: «Ha trabajado mucho y bien».

El reciente aterrizaje, la convocatoria por sorpresa de las andaluzas y, sobre, todo los efectos colaterales de la crisis y el desgaste de la acción del Gobierno en España sirven de excusa y atemperan la autocrítica. En la dirección del partido llevan dos meses esforzándose en buscar detalles positivos de los resultados, a veces con desmedido optimismo, como demostró la secretaria general Loles López en la valoración de los resultados de las autonómicas, algo que le valió no pocos reproches internos hasta el punto de que varios presidentes provinciales le señalaron como víctima propiciatoria para marcar un cambio de rumbo.

Nada de eso va a ocurrir. Moreno Bonilla respalda la continuidad de su secretaria general, avalada ahora por la renovación de su mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Valverde del Camino, destino que eligió antes que repetir como diputada en el Parlamento andaluz. Y con López prácticamente todo el entorno de Moreno seguirá. Se trata de un «nuevo» equipo, designado hace poco más de un año, aunque con algunos «viejos» conocidos.

Sin urgencias

No es fácil una renovación urgente en un partido con la estructura piramidal del PP a cuyo organigrama se accede por designación de la cúpula o por consecución de cargo institucional. La acumulación de poder en los últimos años ha propiciado que la estructura sea ahora desorbitada y tenga la capacidad de movimiento de un paquidermo. Mientras otros hablan de nombres, en el seno del partido en Andalucía se considera más urgente generar cambios tendentes a otorgar mayor participación a las bases y evitar la acumulación de cargos públicos y orgánicos. Pero será Madrid quien tenga que tomar estas iniciativas sin esperar a la etapa de congresos ordinarios.

En cuanto a nombres, el líder de los populares ha avanzado mayor protagonismo en tareas directivas de alcaldes que han destacado en las municipales, citando los casos concretos de Fernando Priego, de Cabra, y García Urbano, de Estepona. Aellos podrían sumarse otros alcaldes como los de Algeciras y Antequera e incluso candidatos populares que no accederán a sus alcaldías pero que han destacado por su trabajo y resultado.

Más difícil es la operación salida. En el PP se tiene mucho respeto a las divisiones internas. Por eso se prefiere esperar a que algunos «históricos» den el paso antes que relegarlos. Parte de los resultados de las municipales se achaca al final de ciclo de alcaldes «veteranos», cercanos o inmersos en la edad de jubilación. Irremediablemente hay que proyectar la «operación renove». Pero no habrá traumas, será un «cambio tranquilo» al que acompañarán otras incorporaciones que sumen para el partido con nuevas claves de trabajo en cuanto a implicación, trabajo de campo y evaluación de resultados. «Aquí se acabó el relax», se ha escuchado en los despachos de alguna sede estos días.

En todo caso, y teniendo en cuenta la incertidumbre sobre los pactos municipales, habrá que esperar al 13 de junio, cuando se constituyan las nuevas corporaciones, para adecuar las fichas sobre el tablero de cargos orgánicos y futuros candidatos a cargos institucionales. Cualquier decisión se tomará en verano, aunque podrían reservarse hasta primeros de septiembre. En ese caso quienes abogan por la cirugía de urgencia temen que el inminente proceso electoral de las Generales sea otra vez la excusa para no actuar.

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