El turismo avisa de que quitar la libertad horaria al comercio resta competitividad

Hoteles y restaurantes aseguran que la apertura de tiendas en festivos hacen a Alicante más atractivo como destinoEl domingo es ya el tercer día con más recaudación para el gran comercio del centro, con un crecimiento del 17%

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Alicante se ha beneficiado como destino turístico de la declaración de Zona de Glan Afluencia Turística (ZGAT) del centro de la ciudad, normativa implantada en 2013 por el Partido Popular y que en el pleno de hoy el tripartito propondrá revocar mediante una petición a la Generalitat. Así lo asegura el sector en contraposición a los argumentos esgrimidos por PSOE, Guanyar y Compromís. Entre otros, que no ha supuesto la atracción de un mayor número de consumidores ni un incremento de las ventas. Además, aluden a un supuesto «grave daño» para los trabajadores de grandes superficies por no poder conciliar su vida laboral con la familiar. Una tesis de la que hizo bandera electoral el ahora alcalde, Gabriel Echávarri, además de manifestaciones como que la libertad de apertura «no ha propiciado la llegada de más cruceros».

Algo que, sin embargo, tanto comerciantes como empresarios rebaten con explicaciones y datos. Todos convienen en que la declaración de la ZGAT ha hecho a Alicante más competitiva y atractiva como destino turístico, equiparándola a ciudades con una oferta y perfil de visitante similar. «Sin duda se trata de un valor añadido para que la oferta sea más amplia y que complementa otras actividades», explica Cristina Rodes, presidenta de la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA). Además, cree que se trata de una importante arma para combatir la desestacionalización. «En la capital, nuestro visitante procede mayoritariamente de Madrid, Castilla-La Mancha y de provincias limítrofres, como Valencia. Muchos organizan sus fines de semana en base a una oferta global, por lo que no contar con comercio los festivos y domingos nos haría ser menos competitivos», afirma.

Este argumento también es compartido por muchos hosteleros, que aseguran que indirectamente se benefician del hecho de que el visitate pueda configurar un fin de semana en el que no solo la playa y la oferta cultural, sino también las compras y la gastronomía forman parte de su elección final. Así lo corrobora Belén Arias, relaciones públicas del restaurante Aldebarán: «Muchos de nuestros clientes dedican la mañana de los domingos o festivos a comprar para terminar comiendo aquí un arroz o un pescado antes de volver a sus respectivos lugares de origen», explica.

La amenaza de Valencia

Sin embargo, a juicio de hosteleros y comerciantes, Alicante no sólo se arriesga a perder potenciales visitantes de otras autonomías. «Después de mucho tiempo, volvemos a escuchar el valenciano en nuestras tiendas», señalan fuentes del gran comercio situado en Maisonnave, que encuentran en la provincia un gran nicho de mercado. Para algunos locales, el domingo se ha convertido en el tercer día de recaudación de toda la semana, con un crecimiento del 18% con respecto al año pasado. Algo que no solo les ha permitido mantener sus plantillas durante un periodo de crisis que ya empiezan a ver como superado, sino incluso realizar nuevas contrataciones. Además, señalan que muchas grandes firmas han apostado por Alicante gracias a la libertad horaria. Y advierten de una posible fuga de compradores a ciudades que, como Valencia, mantendrán la libre apertura en el centro.

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