Así es la isla del destierro y muerte de Napoleón

Era uno de los territorios más aislados del planeta. En breve, un aeropuerto la conectará con el mundo

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«Se apoderaron de mí por la fuerza, por la fuerza me transportaron aquí... ¿Y quieren pagarme 14.000-15.000 libras anuales por vivir en un lugar como éste? ¿Creen que soy lo suficientemente estúpido? ¿Qué me importa esta maldita isla? ¡Que la manden al diablo!»

La declaración, extraída de los diarios del doctor irlandés Barry Edward O'Meara, refleja el punto de vista de su paciente, nada menos que Napoleón Bonaparte, con respecto a la Isla de Santa Elena, donde el gobernante francés pasó los seis últimos años de su vida. Es cierto, quizá no sea la mejor campaña de turismo para promocionar este pedazo de tierra, situado a medio camino entre el continente africano y americano: Santa Elena se encuentra a unos 1.950 kilómetros de la desembocadura del río Kunene (frontera entre Namibia y Angola) y, en el extremo opuesto, a casi 4.000 kilómetros de la brasileña Río de Janeiro.

Por ello, es uno de los territorios más aislados del planeta.

Hasta el momento, la mejor opción para llegar a este lugar, territorio británico de ultramar perteneciente a Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña, era embarcarse en el Royal Mail Ship St Helena desde Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Cinco días de viaje y entre 800-2.700 euros dependiendo del camarote elegido.

Pero la situación podría cambiar en breve. En mayo está prevista la apertura de un aeropuerto comercial, con vuelos semanales desde la sudafricana Johannesburgo. Esto servirá para paliar, si cabe, un poco el aislamiento de sus 4.200 habitantes. Y fomentar el turismo a la zona. No en vano, la publicación Lonely Planet elegía recientemente a este lugar como uno de los más excitantes viajes de aventuras para 2016 junto a, entre otros, el parque nacional ruandés Akagera o el volcán San Cristóbal, en Chinandega, Nicaragua.

Porque, a pesar de su lejanía, en Santa Elena, los lugares a visitar no son pocos.

-Longwood House. Residencia de Napoléon desde su llegada el 10 de diciembre de 1815 hasta su muerte el 5 de mayo de 1821. En la actualidad, sirve de museo.

-Tumba de Napoleón. Es cierto, tiene truco. El cadáver de Bonaparte ya no se encuentra en este lugar, después de que en 1840 fuera llevado de vuelta a Francia y enterrado en Los Inválidos. Sin embargo, el recuerdo todavía se muestra evidente.

-Cima de Diana. El punto más alto de Santa Elena, con una altura de 823 metros sobre el nivel del mar. Da nombre al parque nacional donde se enmarca.

-Fuerte High Knoll. El edificio actual fue construido por un destacamento de Reales Ingenieros en 1874, aunque su estructura se basa en un edificio de 1790 que servía a la gobernación local.

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