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Cinco series de televisión que hacen que apreciemos el mundo que tenemos

Realidades y ficciones que no nos gustaría experimentar

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  1. Cuando las series de tv te hacen pensar que el mundo no esta tan mal

    El mal de las series nos hace apreciar nuestras vidas
    El mal de las series nos hace apreciar nuestras vidas

    Hay una frase que seguro que has oído multitud de veces: ‘Yo no soy negativo, soy realista’.

    Esa afirmación suele usarse para justificar una actitud negativa ante el mundo que tenemos, y aunque es cierto que nos ha tocado vivir tiempos difíciles, hay que hacer de tripas corazón y centrarnos en lo positivo.

    Este mensaje quizás puede parecer extraño desde mi sección de series de televisión, pero lo cierto es que el entretenimiento televisivo a veces nos ayuda a ver las cosas de otra manera y no me refiero a que echemos unas risas con series cómicas de esas que nos alegran el día. Me refiero a que a veces, algunas series de televisión nos muestran realidades (ficticias o auténticas) que nos hacen valora más lo que tenemos.

    A continuación os expongo cinco ejemplos de ello, aunque claro, la forma en que recibáis el mensaje ya depende de vosotros.

  2. The Knick

    El quirofano de The Knick, un lugar real en el que no nos gustaría estar
    El quirofano de The Knick, un lugar real en el que no nos gustaría estar

    Una de las cosas que más valoramos en este mundo es la salud. Esta, además de depender de lo que comamos, bebamos o a lo que nos expongamos, depende también del entorno médico que nos rodee, y viendo de «The Knick» a uno de se le quitan las ganas de quejarse de la sanidad pública.

    No digo que esta, y la privada, no tenga que mejorar, pero lo cierto es que tras ver como estaba el asunto de la medicina a principios de siglo, uno aprecia más nuestro sistema sanitario.

    Como ejemplo, recordaros la segregación racial en los hospitales, el hecho de que se fumara en quirófanos, que una simple apendicitis te podía llevar por delante o que no había anestesia más allá de los opiáceos.

  3. The Last Ship

    En el mundo de The Last Ship nadie se preocupa del Zyka
    En el mundo de The Last Ship nadie se preocupa del Zyka

    El ser humano es famoso por anhelar siempre lo que no tiene y quejarse sobre lo que posee. Probablemente os habréis de la enorme cantidad de gente que hay en todos lados, pero cuando un virus como el de «The Last Ship» reduce la población a prácticamente una cuarta parte, te das cuenta de lo necesario que son las personas.

    Y no hablo solo de familia y amigos, sino de agentes de seguridad, gobernantes, médicos, agricultores y demás. ¡Recuerda! La muerte no es selectiva.

  4. The Walking Dead

    La lucha por los escasos recursos es, junto a los zombis, el mayor problema en The Walking Dead
    La lucha por los escasos recursos es, junto a los zombis, el mayor problema en The Walking Dead

    La serie de zombis de AMC es el claro ejemplo de que ni muerto se puede estar tranquilo. El mundo post-apocalíptico de «The Walking Dead», al igual que otros shows similares, nos muestra lo duro que es un mundo donde los recursos escasean y en el que ni la muerte ofrece descanso ya que, como sabéis, cualquier persona cercana que fallezca se convierte en una amenaza potencial. ¡Menos mal que este mundo lo vemos sentaditos en el sofá!

  5. The Man in the High Castle

    No existe democracia en el mundo de The Man in the High Castle
    No existe democracia en el mundo de The Man in the High Castle

    Fantasear con cómo habría sido el mundo en el que caso de que ciertos acontecimientos se hubieran desarrollado de forma diferente es algo habitual en ciertas personas. La mayoría, piensan que ciertos sucesos habrían ofrecido un mundo mejor (véase el caso de Kennedy en « 11.22.63»), pero lo cierto es que no hay ninguna garantía de ello.

    En el ámbito de las realidades divergentes, nos encontramos con la serie «El Hombre en el castillo» («The Man in the High Castle»), un título que nos traslada a una realidad en la que Estados Unidos no se recuperó de la Gran Depresión y que al mantenerse al margen de La Segunda Guerra Mundial, provoco que el bando aliado perdiera contra Japón y Alemania.

    El resultado de ese cambio son sociedades autoritarias y dictatoriales en las que los derechos que tenemos actualmente son inexistentes, y bueno, aunque es pura ficción, «The Man in the High Castle»nos hace pensar en que nuestra democracia, aunque imperfecta, es mejor que lo que esta serie ucrónica nos plantea.

  6. Revolution

    Los protagonistas de Revolution a la luz de las velas
    Los protagonistas de Revolution a la luz de las velas

    Para acabar, saco a colación una serie cuya premisa resultaba interesante pero que finalmente no llego a buen puerto y fue cancelada. «Revolution» nos planteaba un mundo en el que la electricidad ha desaparecido por culpa de una plaga de nanobots.

    En dicho mundo, la sociedad se ha visto devuelta al siglo XVIII y pese a que hay vestigios y conocimientos tecnológicos, la ley del más fuerte, como ocurriera en el oeste, se ha vuelto a imponer.

    Sin televisión, móviles, ordenadores, coches o aviones, lo más avanzado que existe son las armas de fuego tradicionales, y aunque estas están bajo control de los lugartenientes que han surgido en este mundo, siguen siendo una amenaza para quienes no las poseen.

    Algunos dirían que este tipo de catástrofe nos uniría mas a la Tierra y supondría una pausa para tanto abuso tecnológico, pero al margen de usar más coches, ordenadores o televisión, creo que la falta de electricidad para vivir de noche o conservar alimentos nos pondría a prueba a todos ¿no lo creéis? Desde luego, a mí no me gustaría ponerme a prueba, así que tocando la madera de mi escritorio me despido y os invito a que comentéis que otras cosas apreciáis de nuestro mundo cuando estáis delante de vuestra serie de televisión favorita.

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