«Destiny»: revolución futurista

Con el claro propósito de romper moldes, «Destiny» ha comenzado su fase de pruebas antes de su lanzamiento oficial previsto para el 9 de septiembre y muestra las bondades de este nuevo título que mezcla dos géneros, el multijugador y la perspectiva subjetiva propia de los «shooter». Todo ello dan como resultado una acción desenfrenada, dinámica y vertiginosa que, en conjunto, resulta verdaderamente sorprendente.

Con una definición muy lograda en todos los sentidos, este título desarrollado por Bungie consigue generar unos gráficos alucinantes, con las sombras bien definidas que se hilan con unos asombrosos efectos de luces. Los destellos, de los que tal vez se abusa demasiado, van generando nuevas experiencias en el campo de combate. Porque no hay que olvidarse que la dinámica del juego consiste en eliminar a los múltiples enemigos que nos encontramos a nuestro paso.

Este nuevo «shooter» social con tintes de juego de rol -RPG- se enfoca en la acción multijugador. Hará su debut a finales de verano pero ya se ha podido disfrutar gracias a una beta con la que se puede comprobar las bondades de este título muy atrayente en su conjunto. Y es que el disfraz del modo multijugador es muy completo y sencillo en su manejo. También en su profundidad, en donde ir de aquí para allá, buscando recopilando información, investigando, componiendo al personaje e interactuando con otros jugadores, forma parte de un paisaje aún mayor de misiones de todo alcance.

El juego toma así esos elementos propios del género como subir de nivel, la personalización y mejora de las habilidades, pero se pasea por la saga «Halo» tomando de prestado algunos de sus elementos explosivos para fabricar una historia convicente que goza de una brutal capacidad adictiva y que, bien seguro marcará, por fin, el inicio de la nueva generación de consolas de sobremesa (PlayStation 4 y Xbox One).

El jugador puede formar a su personaje entre tres clases diferentes (titán, cazador y hechicero), cada cual con sus características particulares. Todos ellos, totalmente personalizables en cuanto a su tez, fisonomía y rasgos faciales. Las habilidades se pueden mejorar y ampliar conforme avancemos en las distintas misiones.

Las partidas se pueden disputar tanto en solitario como en modo cooperativo. En caso de aventuarse en un modo individual, hay que tener en cuenta que habrá zonas en las que, en caso de perecer ante los enemigos, regresaremos al principio de la misión. Algo terrible pero necesario para materializar retos.

En cuanto a los enemigos, estos cuentan con una Inteligencia Artificial muy conseguida como para no anticipar todos sus movimientos. En ocasiones, no son demasiado predecibles y sus rayos son capaces de perseguirte allá por donde te ubicas, complicando la defensa. El sistema de coberturas, algo inestable, permite incluso alterar su estructura. Hay objetos que se pueden tocar o tirar como si de un mundo abierto se tratase. Cajones que se caen, todo muy conseguido.

También es posible desplazarse rápidamente en caso de invocar un vehículo, aunque eso reduce la capacidad de eliminar a los rivales. Habrá que utilizarlos, más bien, una vez que los monstruos que nos acechesn queden esparcidos por el terreno.

La beta de «Destiny» incluye hasta cuatro misiones diferentes. Las regiones se van desbloqueando en diferentes niveles, como las encontradas en la Antigua Rusia o la Torre, el espacio que centraliza las actividades en multijugador masivo y donde aparecen otros jugadores conectados, mercadores o tiendas.

En cuanto a su trama, con un ambiente futurista, los jugadores deberán encarnar a un Guardián de la última ciudad segura de la Tierra. Su misión será explorar las ruinas del antiguo Sistema Solar, desde las dunas de Marte a las exuberantes selvas de Venus. Capaz de ejercer un poder increíble, ese personaje tendrá que luchar contra los enemigos de la raza humana y recuperar todo lo perdido durante el colapso de la Época Dorada. Sin duda, será una gran apuesta para final de año.