El papa Francisco (d) preside la audiencia general de los miércoles en el Aula Nervi en el Vaticano
El papa Francisco (d) preside la audiencia general de los miércoles en el Aula Nervi en el Vaticano - Efe

Papa Francisco: «Las mujeres son más valientes que los hombres»

El Pontífice explicó en la audiencia general la vida de otra de las grandes mujeres del Antiguo Testamento, Judit.

Ciudad del Vaticano Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Santo Padre ha proseguido este miércoles con su ciclo de catequesis centradas en la esperanza cristiana. De nuevo en un Aula Pablo VI repleta de peregrinos, el Papa Francisco ha dedicado su catequesis a otra mujer fuerte de las Sagradas Escrituras, Judit, «una gran heroína del pueblo».

Cuando el ejército de Nabucodonosor, mandado por su general Holofernes, asedia Betulia, la ciudad de Judit, ella se convierte en una suerte de guía «capaz de orientar a los hombres y mujeres de su tiempo, que se enfrentaban a una situación límite y desesperada, hacia la verdadera esperanza en Dios». El enemigo había hecho cundir la desesperanza entre los habitantes de una ciudad a la que incluso había privado de los suministros básicos.

« La capacidad de fiarse de Dios se agotó», ha señalado el Papa. «Llegaron a pensar que Dios los había vendido», ha repetido hasta en dos ocasiones y ha añadido: «¿Cuántas veces nosotros llegamos a situaciones límite donde no sentimos ni siquiera la capacidad de fiarnos de Dios? Es una tentación fuerte».

Precisamente eso fue lo que le sucedió al jefe de la ciudad, que da un plazo de 5 días a Dios para intervenir. Es entonces cuando Judit aparece en escena y habla al pueblo con el lenguaje de la fe, «con el lenguaje de la esperanza», ha explicado el Santo Padre. «Esta mujer se arriesga, se arriesga a quedar mal delante de los demás, pero es valiente, mira hacia adelante». Y es aquí cuando el Papa ha expresado una opinión que ha arrancado un sonoro aplauso entre los fieles: «Esto es cosa mía, es mi opinión: las mujeres son más valientes que los hombres». Un ejemplo es esta mujer, Judit, que «con la fuerza de un profeta ve más allá del estrecho horizonte que proponen los jefes de la ciudad y que el miedo limita aún más».

Según el Santo Padre, Judit pudo ir a contracorriente porque sabía que «Dios es un Dios de salvación y así lo cree, es una mujer de fe». El Papa Francisco con este relato ha lanzado un mensaje claro: «No pongamos nunca condiciones a Dios y dejemos que la esperanza venza nuestros temores». La ayuda de Dios puede llegar «de una forma diferente a nuestras expectativas», ha recordado y también ha dejado una hermosa reflexión: «Así tenemos la certeza de que con Dios se puede obtener vida de la muerte, se puede experimentar paz en la enfermedad, serenidad en la soledad, bondad también en el llanto. No somos nosotros los que tenemos que enseñar a Dios lo que necesitamos. Él lo sabe mejor que nosotros».

El Papa Francisco también ha recordado que este miércoles se celebra la fiesta de la conversión de San Pablo y el final de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que desde 1906 invita a católicos, protestantes y ortodoxos a rezar por la plena comunión. Concluirá con una celebración de las vísperas presidida por el Papa en la basílica de San Pablo Extramuros a la que también asistirán representantes de otras confesiones cristianas.

Ver los comentarios