Una mujer que dio en adopción a su hija fruto de una violación se reúne con ella 80 años después

La hija, Dorien Hammann, se puso en contacto con su madre por teléfono a sus 83 años. La llamó por teléfono y le dijo: «Hola, mamá»

Madrid Actualizado: Guardar
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Eileen Wagner, de 99 años y natural de Monroe (Wisconsin), tenía 16 años cuando un joven la atacó y la violó mientras se dirigía a casa desde la biblioteca.

Junto a sus padres, acudió a un centro de planificación en Milwaukee para dar al bebé en adopción, y fue allí donde dio a luz a su hija en abril de 1933, tal y como informa 'Chicago Tribune'.

La hija, Dorien Hammann, se puso en contacto con su madre por teléfono ocho décadas después, a sus 83 años. La llamó por teléfono y le dijo: «Hola, mamá».

Wagner nunca le había contado a sus otros dos hijos, a los que más adelante con su marido, nada sobre la violación

, porque no sabía cómo les podría afectar. Estuvo a punto de contárselo en un par de ocasiones, pero pensó que sería mejor dejarlo ir.

Según recoge 'The Daily Mail', la anciana se emocionó mucho, y llágrimas de alegría brotaron de sus ojos: «Ya pensaba que nunca llegaría este día nunca llegaría este momento».

El día de la violación todavía permanece en su memoria. Wagner volvía caminando a casa junto a una amiga, cuando se encontraron con otros dos jóvenes.

Uno de ellos le propuso acompañarla atravesando el parque, para así llegar a tiempo antes de las 22.00, el toque de queda que tenía Wagner por aquel entonces. Pero el hombre la violó cuando tomaron el atajo.

Wagner nunca lo volvió a ver, pero se acordaba de él cada día durante el embarazo, que intentó ocutarle a sus padres hasta que se hizo evidente. Y cuando se percataron la enviaron a Milwaukee, donde pasó tres meses.

«Por aquel entonces, algo así era una vergüenza», reconoce Wagner a 'The Chicago Tribune'.

El bebé quedó bajo la custodia del Children's Home & Aid Society de Wisconsin durante dos años, antes de que George y Dorothy Schmidt, una pareja de los suburbios de Milwaukee que habían adoptado previamente un niño, se la llevaron a casa.

«Hay buenas historias y hay historias malas, y nunca quisieron abrir una lata de gusanos y echar a perder nada», cuenta Hammann, sobre cómo sus padres intentaron ocultarle que ella era fruto de una violación.

«Todavía me resulta difícil creer que a mi edad, mi madre biológica siga viva», admite.

A partir de la primera conversación surgieron varias más, siempre por teléfono hasta que se reunieron el 25 de abril. «Solo quería saber que ella estaba bien y tenía una buena vida y que nunca habían abusado de ella», reconoce Wagner.

Se dieron cuenta de que las dos tienen cortes de pelo similares y comparten su amor por el golf.

Tras la muerte de su marido en 2006, Wagner hizo acopio de fuerzas y le contó a sus hijos un episodio que durante toda su vida luchó por olvidar, pero nunca pudo hacerlo. Ahora, la familia se reunirá este domingo para celebrar el siglo de vida de una mujer que vivió toda su vida con la angustia de haber perdido a su hija.

80 años después de la violación, madre e hija se reúnen de nuevo.

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