Un hombre se somete a una sesión de acupuntura
Un hombre se somete a una sesión de acupuntura - REUTERS

Más de la mitad de los españoles confía en la eficacia de la acupuntura y la homeopatía

El 21,7% de la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia no se cree que la Tierra gire alrededor del Sol

MADRID Actualizado: Guardar
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Los españoles no creen en horóscopos, fenómenos paranormales ni en curanderos, pero sí confían en otras pseudociencias como la acupuntura o la homeopatía. La encuesta del Gobierno que periódicamente pulsa el nivel de conocimiento científico de los ciudadanos revela un dato preocupante: más de la mitad confía «mucho», «bastante» o «algo» en la homeopatía y la acupuntura, pese a que ninguna de estas disciplinas ha demostrado su eficacia desde un punto de vista científico. Lo curioso es que más del 40 por ciento de los entrevistados que cree en la acupuntura, posee formación universitaria. En el caso de la homeopatía, este porcentaje desciende a 26. Una proporción similar (27 por ciento de los encuestados) también se cree que hay números y amuletos que pueden darles buena suerte.

Es la primera vez que la encuesta sobre Percepción Social de la Ciencia, que elabora cada dos años la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, pregunta por la confianza de los ciudadanos en prácticas paranormales o pseudocientíficas. De manera, que no se puede saber si en los últimos años ha aumentado o disminuido el apoyo de la población a estas prácticas.

La Tierra no gira alrededor del Sol para el 21,7%

Al preguntar por conocimientos científicos básicos, los entrevistados lograron un notable, un 7,6 sobre 10. La gran mayoría (el 88,3 %) sabe que la Tierra gira alrededor del Sol, y no al revés, -aunque aún queda un terrible 21,7 que lo piensa-, que comer una fruta modificada genéticamente no influye en los genes de la persona que la come (78,7%) o que los rayos láser funcionan mediante la concentración de ondas de luz (84,9%).

Las películas de ciencia ficción tampoco han logrado convencer a los españoles de que humanos y dinosaurios convivieron. Acertadamente, el 76,3% por ciento no lo cree, pese a que aún hay un 23,7% que sí está convencido de que coincidieron en algún momento de la historia. Un porcentaje elevado (78,3%) también acertó al contestar que los continentes siempre han estado y estarán en movimiento.

Respecto a otras encuestas previas se ha observado en casi todas las preguntas un mayor número de aciertos. Quizá ha ayudado el nuevo planteamiento de las preguntas. Esta vez se ha permitido elegir la respuesta correcta entre dos opciones y en la edición anterior se preguntaba si el enunciado era falso o verdadero.

¿Los antibióticos matan bacterias?

Más dudas mostraron cuando se les preguntaba si los antibióticos eran eficaces para curar infecciones provocadas por bacterias o virus, en definitiva para saber si un catarro o una gripe se puede curar con este medicamento. Solo el 53,3 por ciento acertó al decir que los antibióticos solo funcionan cuando se trata de combatir enfermedades provocadas por bacterias, como la tuberculosis; y no por virus, como la gripe.

La imagen que los ciudadanos tienen sobre la ciencia es positiva, aunque ha descendido ligeramente respecto a la encuesta de 2014. El 54,4% piensa que ofrece a la población más beneficios que perjuicios frente a un 5,8% que afirma lo contrario. Al preguntar por aplicaciones concretas de la ciencia y la tecnología, las más valoradas fueron internet, la telefonía móvil, la investigación con células madre y los drones.

Los avances y desarrollos que más rechazo despiertan son la energía nuclear, la clonación o el «fracking». Sin embargo, pese a no despertar simpatías, baja de forma significativa la percepción negativa sobre la energía nuclear y los cultivos transgénicos. Siguen teniendo mala fama, aunque el rechazo baja 8 y 10 puntos respectivamente.

Recelo a la inteligencia artificial y los robots

La encuesta también muestra el recelo que empiezan a tener los españoles sobre la inteligencia artificial y la creación de robots cada vez más perfeccionados. Era la primera vez que se preguntaba por esta cuestión y las opiniones se muestran muy igualadas: un 21,3 ve más perjuicios que beneficios, frente un escaso 30,6 que aplaude el auge de esta tecnología.

La encuesta se realizó a finales de 2016 cuando Europa ya ha empezado a debatir sobre el papel que tendrán los robots en la sociedad. Por ejemplo, si acabarán con numerosos puestos de trabajo, deberán pagar impuestos o deberían llevar de serie un botón de pánico en el hipotético caso de que algún día se rebelarán contra los humanos.

Se reduce la brecha de género

Una buena noticia es que ha crecido el interés de las mujeres por la ciencia y la tecnología, reduciendo al brecha de género detectada en encuestas previas. Por franjas de edad, el interés por la ciencia sigue siendo mayor en los jóvenes, pues un 23,1% se declara interesado por estos temas. Sin embargo, el mayor aumento de interés por las cuestiones científicas se produce en el tramo de edad de los 45 a los 65 años.

También los ciudadanos dicen estar dispuestos a donar parte de sus impuestos a la ciencia. Dos de cada tres estarían a favor de una casilla en la declaración de la renta que permitiera donar parte de la recaudación, como se hace ahora con la Iglesia y las ONG. Los más dispuestos a donar son las personas con educación universitaria.

La secretaria de Estado I+D+i, Carmen Vela que acompañó al director general de FECYT, José Ignacio Fernández Vera, en la presentación de la encuesta, cree que los datos que arroja el estudio no son «ni buenos ni malos, hay datos esperanzadores y otros no tanto». «Tenemos mucha tarea pendiente y debemos seguir trabajando», dijo que España ha dicho Vela, que afirma que lo que necesita España es una «sociedad formada» y «cómplice».

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