Los participantes en el estudio fueorn sometidos a diferentes pruebas de reconocimiento facial, empatía y excitación sexual
Los participantes en el estudio fueorn sometidos a diferentes pruebas de reconocimiento facial, empatía y excitación sexual - EFE

Científicos concluyen que la cerveza afecta a la percepción de la felicidad en los demás y la sexualidad

Un grupo de investigadores del Hospital Universitario de Basilea constatan que estos efectos fueron mayores en las mujeres que en los hombres, así como en aquellos que habían mostrado previamente cierta inhibición social

Madrid Actualizado: Guardar
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La cerveza sigue siendo objeto de interés de los científicos. En esta ocasión un nuevo estudio, publicado en la revista «Psychopharmacology» y presentado este lunes en la Conferencia del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología (ECNP, en sus siglas en inglés), ha demostrado que el consumo de cerveza afecta a la forma en que se ven las emociones específicas y permite ver caras felices más rápido, además de tener efectos sobre la percepción sexual.

En concreto, los investigadores del Hospital Universitario de Basilea (Suiza) han pretendido responder a algunas de las preguntas relacionadas con la forma en que el alcohol modifica la forma en que nos relacionamos con los demás y cómo el alcohol afecta a la excitación sexual. Curiosamente, a pesar de que la gran mayoría de los adultos tienen experiencia directa con el consumo de alcohol hasta el momento hay pocos datos científicos sobre los efectos del alcohol en el procesamiento de la información

social emocional o en la excitación sexual, además de que se carecen de datos de los efectos del alcohol sobre la empatía.

En un estudio doble ciego aleatorio cruzado, los científicos reclutaron a 60 participantes sanos (30 hombres y 30 mujeres) de edades comprendidas entre 18 y 50 años. Se dio a 30 de ellos un vaso de cerveza con alcohol (0,5 litros dependiendo del peso del cuerpo y el sexo), que elevó su contenido de alcohol en la sangre en alrededor de 0,4 g/L. A los 30 sujetos de control se les dio cerveza sin alcohol.

Los sujetos participantes se han sometido a una serie de tareas, incluyendouna prueba de reconocimiento facial, una prueba de empatía y una prueba sobre su excitación sexual. Al final de las evaluaciones, se cambió a los sujetos y los controles y se repitió el proceso. Los principales resultados que se encontraron fue que beber cerveza ayuda a la gente a ver las caras felices más rápidas y que su consumo eleva la tendencia a querer estar con otras personas en una situación social feliz.

Diferencias entre hombres y mujeres

Estos efectos ha sido mayores en las mujeres que en los hombres, pero también fueron más fuertes en aquellos que habían mostrado previamente cierta inhibición social. Resultó más fácil para las personas (especialmente las mujeres) ver imágenes de sexo explícito, pero no parecía conducir a una mayor excitación sexual.

Los investigadores también han encontrado que los niveles de la hormona oxitocina no cambiaron «antes y después» del consumo de cerveza. Se cree que la hormona oxitocina media en aspectos de la cognición social y está implicada en la vinculación afectiva o emocional.

El investigador principal de este trabajo, el profesor Matthias Liechti, del Hospital Universitario de Basilea ha explicado que «e l efecto de muchos medicamentos y el abuso de sustancias se ha analizado en varias pruebas de procesamiento de las emociones y la cognición social». En este sentido, sobre la cerveza ha añadido que a pesar de que muchas personas la consumen y conocen «sus efectos a través de la experiencia personal, hay sorprendentemente pocos datos científicos sobre sus efectos sobre el procesamiento de la información social y emocional».

Liechti ha constatado que «encontramos que beber un vaso de cerveza ayuda a la gente a ver las caras felices más rápido y mejora el interés por situaciones emocionales positivas». Este científico ha concluido también que «el alcohol también facilita la visualización de imágenes sexuales, en consonancia con la desinhibición, pero en realidad no incrementa la excitación sexual. Estos efectos del alcohol en la cognición social probablemente elevan la sociabilidad».

Por su parte, el profesor Wim van der Brink, de Ámsterdam y anterior presidente del Comité del Program Científico de ECNP, «este es un estudio interesante que confirma la sabiduría convencional de que el alcohol es un lubricante social y que el uso moderado de alcohol hace que la gente más feliz, más social y menos inhibida cuando se trata de compromiso sexual».

En este sentido, ha añadido que «las diferencias de sexo en los resultados se pueden explicar por las diferencias en la concentración de alcohol en sangre entre hombres y mujeres con el mismo consumo de alcohol, las diferencias en la tolerancia por los distintos niveles anteriores de consumo de alcohol o por factores socio-culturales. También se debe reconocer que los diferentes efectos del alcohol pueden verse en función de si el alcohol en la sangre está aumentando o disminuyendo y, por supuesto, la cantidad de alcohol que ha tomado».

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