El maestro Yigal Kutnovski
El maestro Yigal Kutnovski - INMA FLORES

La Cábala como hoja de ruta para los negocios

Yigal Kutnovski, maestro de esta disciplina mística judía, propone trece principios para no perder el norte en el mundo laboral

MADRID Actualizado: Guardar
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Cifran la antigüedad de esta doctrina derivada de la interpretación alegórica del Antiguo Testamento en más de 4.000 años, pero la sabiduría de la Cábala está de plena actualidad, y no precisamente porque Madonna, David y Victoria Beckham o Ashton Kutcher alguna vez se hayan confesado adeptos a sus principios. Hay quien la contempla como una brújula para no perderse en un entorno laboral tan complicado como el del siglo XXI.

Tras abrir más de 40 centros de estudios cabalísticos en todo el mundo, y sobre todo en Iberoamérica, el maestro ruso Yigal Kutnovski recala en nuestro país con la intención de dotar a los españoles de herramientas prácticas para, según sus propias palabras, «potenciar la fuerza que cada uno lleva en su interior, y gestionar su vida de tal forma que le haga ser mejor persona, aprendiendo a recibir y redirigir sentimientos como la euforia, la angustia, el amor, los celos...».

Realidad compleja

A su paso por Madrid, Kutnovski, que ayer impartió un seminario llamado «Business Gym: trece principios cabalísticos para triunfar en los negocios», explica a ABC que la realidad «puede ser muy compleja y dolorosa, pero también el laboral es un campo en el que el ser humano está predestinado a triunfar. Para ello tiene que empezar por su ego y por la percepción limitada que tiene de la realidad». Alcanzar esa nueva «realidad» tendrá efectos positivos para enfocar la vida.

Kutnovski lleva más de veinte años dedicado al Centro Internacional de Cábala, primero como alumno y después como profesor en distintas partes del mundo, gracias a los cinco idiomas que domina. Hoy él nos plantea: «¿Cuántas personas aborrecen su trabajo?» En su opinión, se puede cambiar esta percepción, ya que uno siempre puede ser mucho más positivo de lo que es en su día a día y puede dejar a un lado la avaricia y la maldad. «Habrá que afrontar retos y dificultades con las personas con las que interactuamos, pero si aprendemos a expresar nuestro potencial y a hacer las cosas de otra forma, alcanzaremos la plenitud y la felicidad», asegura.

Buena cuenta de esta filosofía pueden dar personajes que han alcanzado un gran éxito empresarial, como Bill Gates o Mark Zuckerberg, que Kutnovski pone como ejemplo a seguir, también por su hábito de donar la mayoría de sus posesiones a obras benéficas. «Es una de las reflexiones de los principios cabalistas, que luchan por conseguir que el objetivo del ser humano sea enriquecer a la sociedad».

La duda que se plantea quien se enfrenta a esta disciplina es cómo alcanzar esa plenitud. Y una de las claves está en el uso del dinero, que debe ser entendido como una consecuencia más del trabajo y nunca como la motivación para acudir a la oficina. «Cuando una persona pretende conseguir metas monetarias y egoístas, acaba siendo infeliz, por lo que debe pensar antes en ayudar a los demás, reforzando las críticas constructivas y dejando de lado la intolerancia. Para recibir, hay que aprender a dar», concluye.

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