La autora del libro «¡Haz click y cocina sano!» se confiesa «panera» mientras posa en su Zaragoza natal
La autora del libro «¡Haz click y cocina sano!» se confiesa «panera» mientras posa en su Zaragoza natal - ABC
MARÍA CORBACHO

«Alguien que se pone a dieta nunca debería renunciar a la avena»

María Corbacho tiene 20 años y bajó en dos de la talla 48 a la 36. Un comentario funesto de su sobrino fue el arma con el que comenzó su régimen de vida saludable. Ahora es una «coaching» o maestra de hábitos para comer sano. Los expone desde hace años en un blog y tiene nuevo libro

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María Corbacho (Zaragoza, 1991) lleva años escribiendo su blog www.1reflejoenelespejo.com. El nombre llamativo nos invoca precisamente la verdadera intención de esta joven a la que el comentario (o improperio) que recibió un día, muy desafortunado, le cambió la vida para siempre y sus hábitos de alimentación, según reconoce. No habla ni en su bitácora ni en su reciente publicación, «¡Haz click y cocina sano!» (Hércules Ediciones) de espejos como los del callejón del Gato donde Max Estrella, personaje de Valle-Inclán, se veía de forma concava o convexa, pero nunca ajustado a su forma real. Corbacho no quiere distorsionar la realidad, pero sí que jóvenes y mayores, lectores como ella, se miren a un espejo y nunca vuelvan a pensar que por tener la talla 48 han perdido parte de su magia y de su identidad.

Que les sobrevenga el «click» sin necesidad de ser o sentirse ofendidos.

María bajó hasta la talla 36 y se dejó 50 kilos en ese camino. Ahora quiere ayudar contando lo mismo que a ella le hubiese gustado que alguien le susurrase en los momentos en que no se reconocía como una persona saludable. Se ha recuperado y ahora lo muestra. Lo hace a pecho descubierto. Lo hace con una ristra de recetas sanas. Y lo hace desde la plataforma de una cuarta edición en la mano.

¿Qué es lo primero que le hubiese gustado saber a la hora de proponerse perder 50 kilos?

Lo que más me hubiera gustado saber es que realmente lo iba a hacer. A veces nuestros propios pensamientos de «no vas a hacerlo» o «no vas a poder» minan tu moral en muchas ocasiones. Si desde el minuto 1 hubiera sabido que haciéndolo bien y esforzándome lo iba a conseguir seguro, hubiera sido más fácil.

¿En cuánto tiempo lo conseguiste?

Físicamente perder los 50 kilos me ha costado 2 años, más o menos.

Durante este lapso temporal, qué ha hecho bien, muy bien, mal y muy mal para lograr deshacerse de esos kilos. Haga autocrítica para que el lector conozca los errores en los que incurrió.

Creo que «muy bien» el cambiar todos mis hábitos alimentarios. «Bien» el incorporar el deporte en mi vida. «Mal», a veces, la impaciencia y la pereza. Y «muy mal», sobre todo al principio, no valorarme como debía desde el segundo 1, cuando empecé todo esto.

Dicen nutricionistas y médicos que los problemas emocionales son uno de los principales factores que impiden perder peso. ¿Cómo lo valora usted?

«Me refugié en comer por no saber resolver un problema personal. Luego me daba cuenta de que no, pero era un círculo vicioso del que no podía salir»

Personalmente pienso que es muy importante que todos los profesionales añadan ese factor para las personas que acudan a sus consultas. En «¡Haz Click y Vive Sano!» ahondamos en cómo me refugié en comer por no saber resolver un problema personal, pensando que eso me ayudaría a solucionarlos y luego me daba cuenta de que no, pero era un círculo vicioso del que no podía salir.

¿Qué le diría a quien se proponga hacer una dieta para superar esas trabas emocionales?

Dentro de mi experiencia personal les diría que primero valoren qué es lo que les impulsa a comer, que hagan un balance general de sus vidas y miren que está fallando en ella e intenten (en la medida de lo posible) cambiar esa situación que les agobia o les satura.

¿Qué opinión le merecen las dietas milagro? ¿De qué no se tendría que fiar nunca la gente a la hora de ponerse a hacer una dieta?

Creo que tienen un marketing «a lo bestia». ¿Quién no desearía adelgazar sentado en el sofá de su casa? o ¿adelgazar 50 kilos en una semana? Pues eso es lo que exactamente venden ellos. Nunca debes fiarte de una dieta que no incluya todos los nutrientes básicos para la vida (proteínas, hidratos, grasas)… desconfía de quien quita las frutas, legumbres, pastas… ¡Peligro!

Me gustaría saber a qué ingrediente nunca debería renunciar una persona. ¿Cuál debe ser el «arma estrella» de una dieta en su opinión?

Más allá de un solo alimento -del que si tuviera que elegir uno sería sin duda, la avena-, creo que a la hora de «armar una dieta» lo importante es no renunciar a ningún nutriente.

Y al contrario, ¿qué es a lo primero que tendría que renunciar quien no quiera estar obeso y quiera perder peso? ¿Dulce, azúcar, pan? La lista parece interminable.

En esta pregunta creo que la única palabra tendría que ser «moderación». Yo soy muy «panera» y nunca quité el pan de mi dieta de adelgazamiento, pero sí moderé su consumo. Lo mismo sucede con el dulce o comidas precocinadas. Por supuesto sería mejor erradicar su consumo, ya no solo por si engordan o no, sino por su efecto nocivo en nuestra salud, pero todo con moderación se puede consumir.

Lo suyo es la motivación, así que piense en el lector que está desesperado porque o no logra ponerse a dieta y que le sea eficaz, o está deprimido porque no consigue bajar su peso. ¿Puede darle un consejo fetén?

Nuggets de brécol, una de las decenas de recetas sanas que incluye María Corbacho en su libro
Nuggets de brécol, una de las decenas de recetas sanas que incluye María Corbacho en su libro - HÉRCULES EDICIONES

Para llegar al «click» del que tanto hablo a mí me bastó con la frase sin maldad de un niño de 8 años (mi sobrino), pero creo que el consejo más importante que podría dar es que siempre que se haga algo así sea por uno mismo. En mi caso, durante muchos meses lo intentaba «por mi padre», «por mi famili» y al final lo dejaba a los 10 minutos. Hay que hacerlo por uno mismo, sin obsesión...

¿Quien está gordo, obeso o falto de salud nutricionalmente hablando es porque quiere?

Hay gente, como yo, que han estado o están obesos por una mala alimentación, por un problema personal que te empuja a la comida y en ese sentido es muy difícil salir. Yo quería estar sana pero era como una obsesión. Creo que hay mucha gente que lleva una mala alimentación porque no ve la obesidad como una enfermedad (casi nunca se ven los efectos de la obesidad en el momento en que la sufres, pero sí con los años), entonces no se preocupan de cambiarla. Pero sí otras muchas personas que tienen problemas de salud, como tiroides. Creo que no se podría generalizar, ni quiero creer que haya gente que lo sea porque «quiere».

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