Laura Cerna con su padre
Laura Cerna con su padre - ABC
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Se cumplen cinco años de la muerte en Sevilla de Laura Cerna

La familia de la americana afincada en Sevilla denuncia que el asesino estaba pendiente de condena cuando cometió el crimen

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El asesino de Laura Cerna, Antonio Gordillo, estaba pendiente de cumplir una condena de un año y seis meses de cárcel por delitos de lesiones cuando asesinó, para posteriormente descuartizar y arrojar al río Guadalquivir, a esta ciudadana norteamericana afincada en Sevilla y profesora de inglés, en agosto de 2010, según ha denunciado la familia de la víctima. La condena, en concreto, fue impuesta por la Audiencia Provincial de Cádiz en octubre de 2009 a cuenta de la participación del sujeto en una reyerta y fue conocida públicamente después de que los más allegados de la joven emprendiera una reclamación patrimonial al Estado.

El Ministerio de Justicia estudia la responsabilidad patrimonial del Estado después de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) apuntara a un «funcionamiento anormal» de la Administración de Justicia a la hora de ejecutar la sentencia firme emitida por la Audiencia Provincial de Cádiz.

La madre de Laura Cerna aseguró a EP que lamenta especialmente el supuesto fallo del sistema judicial en lo que se refiere al retraso de la condena impuesta en 2009, sobre todo porque con «el monstruo» en la cárcel, «mi hija estaría viva». Pero «no es una sola negligencia, sino dos y tres», explicó la madre de la víctima, quien expuso que en el momento del crimen, el condenado residía en solitario en una vivienda protegida que las autoridades habían entregado a su madre a cuenta de su situación socioeconómica, porque esta mujer había abandonado el domicilio debido a las «broncas, fiestas, peleas y problemas» que protagonizaba el criminal. Las autoridades, según criticó, «no hicieron nada» para impedir que Antonio Gordillo ocupase en solitario una vivienda que había sido concedida a su madre y no a él.

Del mismo modo, narró que en mayo de 2010, unos meses antes del crimen, uno de los representantes de la asociación de vecinos de los apartamentos en cuestión acudió a esta vivienda a reprender a Antonio Gordillo por los conflictos que estaba generando y el condenado habría agredido a esta persona y a un segundo hombre que le acompañaba.

Pese a que dicha agresión fue denunciada y ponía de relieve la «violencia» de la que era capaz «el malnacido», siguió en libertad hasta cometer la madrugada del 30 de agosto el macabro crimen por el que fue condenado a 19 años de cárcel.

Así, la madre reclama «un cambio en las leyes de España, en nombre de Laura y de todas las víctimas», para que no sucedan casos como éste y a fin de que Antonio Gordillo no goce de «los beneficios penitenciarios que se les dan a tantos (condenados) en España». «El paso del tiempo le hace a uno más fuerte para aguantar el dolor, pero el dolor no se va. Mi hija, la única hija que tenía, no está», enfatizó la madre de Laura, quien no encuentra palabras para describir «todo lo que hemos sufrido».

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