VIVIR CON

«Gracias a la detección precoz he podido ser madre»

Las revisiones ginecológicas son claves para tratar a tiempo los tumores y conservar la fertilidad en las pacientes más jóvenes

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Sandra forma parte del 47% de pacientes a las que se diagnostica carcinoma invasivo de cérvix antes de los 35 años. Nacida en Venezuela es policía nacional, casada y madre de una niña de dos años. «Hace tres años, en una de mis revisiones ginecológicas rutinarias, me dijeron que tenía un pólipo y había que extirparlo. Dos semanas después de la biopsia me dieron la mala noticia: tenía cáncer. Al salir me puse a llorar. Quería ser madre y era muy joven».

Lo siguiente, dos semanas frenéticas de pruebas para saber el estado de la enfermedad, hasta que su ginecólogo le remitió al Centro Integral Oncológico Clara Campal, en el que un equipo multidisciplinar se hizo cargo del caso.

«Me diagnosticaron carcinoma de cérvix en un estadío temprano. Por esta razón pude conservar la fertilidad. Me intervinieron para realizar una conización, que permite extraer una muestra de tejido anormal del cuello uterino dejando la zona totalmente sana. En una segunda intervención, al mes, me quitaron los ganglios de la zona pélvica. Después de la biopsia y comprobar que todos estaban sanos me dieron el alta médica, y con ella la posibilidad de quedarme embarazada», señala. Sandra se casó en noviembre de ese mismo año, embarazada de cinco meses de la hija que tanto deseaban.

Me diagnosticaron carcinoma de cérvix en un estadío temprano. Por esta razón pude conservar la fertilidadSandra

Ana Santaballa, portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y jefe de sección del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Fe, de Valencia, destaca que actualmente los avances más importantes se han conseguido precisamente cuando el cáncer se encuentra localizado y en estadíos tempranos en pacientes jóvenes, como el caso de Sandra. También en la enfermedad localmente avanzada y la enfermedad metastásica. La mejora en técnicas de planificación y radioterapia permiten administrar más dosis de radioterapia con menor toxicidad, con la consiguiente mejora en la calidad de vida de las pacientes».

El tratamiento de Sandra aún no ha terminado. Está pendiente de una tercera intervención, una histerectomía radical (extirpación del útero) . «No voy a decir que no le tengo miedo, porque no sería cierto, pero decidí aplazarla hasta cumplir nuestro deseo de tener otro hijo», explica. El cáncer afectó a su trabajo como policía: de estar en la calle, al pie del cañón, pasó a realizar a una tarea educativa y preventiva que le permite conciliar mejor su vida laboral y familiar. «Trabajo con niños y jóvenes en temas de ciudadanía, y me siento muy satisfecha de aportar mi granito de arena como docente, que es mi vocación».

En lo que respecta a la salud, Sandra cuida su alimentación y hace ejercicio, un estilo de vida que los expertos aconsejan a quienes han padecido cáncer. «No existe una recomendación específica para este caso concreto, pero en general, recomendamos hábitos de vida saludables centrados en dejar tabaco y alcohol, evitar ganar peso, una dieta sana y hacer ejercicio», señala Santaballa.

El papel de las vacunas

Desde que se aprobaron en abril de 2014 el test del virus del papiloma humano y las vacunas para prevenirlo, el cáncer de cérvix se ha convertido en protagonista de múltiples y potentes campañas de prevención, fundamentalmente promovidas por asociaciones de pacientes. Globeathon (una carrera de relevos mundial), VigilaTé, o Piedra a Piedra son algunos ejemplos. La Asociación de Afectadas por cáncer de ovario (Asaco), que desde hace dos años da cabida a todos los cánceres ginecológicos, ha sido uno de los motores de este cambio en España.

«Nuestras metas a corto y medio plazo son materializar campañas de información sobre el cáncer ginecológico en general: que incluye el de ovario, de cérvix, de vagina, de vulva y de endometrio. Asaco se quiere convertir a corto plazo en una asociación de apoyo a todas estas pacientes que no tienen un lugar donde acudir e interactuar entre ellas, que muchas veces es la mejor ayuda psicológica que podemos tener», explica Susana Heredia, presidenta de la asociación y afectada de cáncer de ovario.

Ver los comentarios