Heavy y Zola, las cobayas que buscan un nuevo hogar
Heavy y Zola, las cobayas que buscan un nuevo hogar - «La Madriguera»

Adoptación de animalesLa adopción de animales exóticos, una realidad poco conocida

Hay protectoras que buscan hogar a especies que van desde hámster o cobayas, pasando por loros hasta tarántulas y serpientes. Muchos de estos ejemplares son abandonados en cubos de basuras o en parques

MADRID Actualizado: Guardar
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Las adopciones de perros y gatos se han incrementado en los últimos años gracias a las campañas de concienciación. No obstante, aún existen numerosas especies como roedores, conejos o aves que cuya principal vía de adquisición es a través de las tiendas de animales. El principal motivo: el desconocimiento de la posibilidad de adoptarlos.

Casi el 40% de los hogares españoles posee al menos una de las 20 millones de mascotas contabilizadas en España, según la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía –AMVAC– y muchas de ellas se tratan de pequeños mamíferos. Ejemplares que, en principio, se piensa que necesitan menos cuidados que un perro o gato y que al final acaban abandonados en cubos de basuras, explanadas o parques.

A este creencia se une a la facilidad con la que se pueden comprar en las tiendas, por solo seis euros se puede tener un hámster. De hecho, un establecimiento de estas características puede albergar hasta 30 ejemplares de pequeños mamíferos y una treintena de pájaros, de acuerdo al «Análisis y caracterización del sector de los animales de compañía» del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Por estos motivos, existen protectoras dedicadas exclusivamente a dar otra oportunidad a estos animales que proceden de particulares, de la perrera o que han sido encontrados en la calle. Desde ratones o cobayas, pasando por loros hasta tarántulas o serpientes es la fauna que acogen estas asociaciones. «Cualquier cosa que se compre es susceptible de ser abandonada», advierte María Lahoz, voluntaria de la «Asociación Protectora de Animales Exóticos de Toledo» – APAET–.

Las excusas que suelen emplearse para abandonar siempre son las mismas, según Lahoz: se mudan a otro país y no pueden llevarse a los animales con ellos o que tienen alergia. Ella, además de colaboradora activa, es una de las ocho casas de acogidas que posee esta protectora entre Toledo y Madrid.

Hogares que se ofrecen voluntariamente para alojar a especies exóticas que han sido dejadas a su suerte hasta que encuentren otra familia. «Llevo ofreciéndome desde hace varios años para salvarlos de una muerte segura», sostiene Lahoz. Y añade que «acoger es una forma de ayudar a la asociación y es fundamental».

Los más abandonados

Los jerbos es la especie de roedor que más están acogiendo en estos últimos meses y confiesa que la situación de su abandono es «terrible». «Hace poco entre las protectoras de Madrid nos hicimos cargo de unos 35 jerbos, una locura», comenta la voluntaria. Asimismo, es muy común, el abandono de la serpiente del maíz porque son un «capricho barato» pues «cuanto más caro es el animal menos se abandona porque se compra menos».

Kola, un jerbo adoptado
Kola, un jerbo adoptado - «La Madriguera»

Un caso excepcional fue hace tres años en el que recibieron dos tarántulas de la perrera llamadas Krusty y Juanito. Afortunadamente estos ejemplares fueron adoptados en muy poco tiempo porque tienen «un público escaso pero muy interesado», sentencia Lahoz.

Por su parte, los animales que tienen una larga esperanza de vida también son muy susceptibles al abandono tras el fallecimiento del propietario. «Se muere un abuelo o lo llevan a un centro de mayores y la mascota va a la calle, la familia no se hace cargo de nada», espeta Lahoz. Los loros son uno de los mayores afectados por este hecho. «Ellos sufren mucho porque son emocionalmente muy sensibles», manifiesta. La joven recuerda el trágico caso de una pareja en los que ambos murieron por diferentes circunstancias y ellos se ocuparon de sus dos aves.

Otra asociación que opera en Madrid es «La Madriguera». Sus miembros decidieron actuar cuando se dieron cuenta de que «los pequeños animales no tenían ningún lugar y nadie se preocupaba por ellos», relata la responsable de comunicación de la protectora, Lara Padilla.

«La gente piensa de forma errónea que los conejos y roedores son animales ideales para los niños pero realmente son más complejos que los perros por sus propias necesidades y el coste que supone su mantenimiento», aclara Lara Padilla. La parte más cara de su cuidado es el alimento y las visitas regulares al veterinario específico en exóticos.

La época en la que más se abandonan es en Semana Santa porque «los regalos de Navidad han crecido» y señala que suelen dejarlos en zonas verdes pensando que es el mejor lugar pero los están «condenado» por falta de alimento, agua y parásitos. Este fue el caso de las cobayas, Heavy y Zola, embarazada, que fueron abandonadas en plena calle y que todavía siguen buscando un nuevo hogar.

Entre 2015 y 2016 consiguieron, gracias a su labor, que se adoptasen 75 animales. Sin embargo, Padilla confiesa que hay casos en los que el ejemplar puede tardar hasta seis años, por eso hay casas de acogidas temporales y fijas.

Guarderías de animales exóticos

Para evitar el abandono de estas especies exóticas, Padilla recomienda informarse antes de adquirir a un animal, puesto que cualquier protectora estará «encantada» de encontrar el mejor ejemplar para cada familia.

Además, aconseja que en época estival, los propietarios que se vayan de vacaciones pueden dejar a sus mascotas en una de las ocho guarderías repartidas por Madrid porque hay roedores que necesitan salir de sus jaulas o una dieta especial.

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