Los plásticos, una oportunidad para la economía circular

La economía circular parece ser la palabra de moda. Pero no es sólo eso. Es un nuevo paradigma económico por el cual se realiza un uso más eficiente de los recursos al mismo tiempo que se crea empleo. Y es una de las vías para lograr los grandes objetivos europeos en materia de sostenibilidad y de eficiencia de recursos. La economía circular consiste en convertir los residuos en recursos para cuidar el medio ambiente y contribuir, a la vez, a generar empleo y crear tejido industrial.

Uno de los requisitos fundamentales de cualquier sociedad verdaderamente eficiente es no despilfarrar sus recursos. Y en el marco de la economía circular, los residuos que generamos son un recurso valioso que hemos de aprovechar al máximo evitando que acaben en vertederos.

Los productos plásticos, una vez han cumplido su función, son un claro ejemplo de residuos que pueden ser utilizados como verdaderos recursos, bien como nuevos materiales para fabricar productos o como fuente alternativa de energía.

2025, cero plásticos en vertedero

En los últimos años se ha reducido de manera considerable la cantidad de residuos plásticos que se desaprovechan en Europa, sobre todo debido a la prohibición de depositar en vertederos residuos valiosos. Este tipo de medidas, adoptadas en países como Alemania, Dinamarca o Suiza, han demostrado ser un catalizador clave para desarrollar opciones más sostenibles de gestión de residuos. Con estas medidas, dichos países han conseguido aprovechar la casi totalidad de sus residuos plásticos bien reciclándolos o convirtiéndolos en electricidad, calefacción y combustibles alternativos.

Esta situación contrasta con el caso de España, donde más de la mitad de los residuos plásticos no se recupera y se malgastan en los vertederos. En relación a esta situación, Irene Mora, responsable de sostenibilidad de la asociación europea de fabricantes de materias primas plásticas (PlasticsEurope), ha afirmado que «solo una prohibición de entrada a vertedero a nivel europeo puede proporcionar la seguridad que requieren las inversiones en la infraestructura necesaria para una gestión eficiente y sostenible de los residuos».

Según los cálculos de PlasticsEurope, desviar los residuos plásticos de los vertederos en 2025 en todos los estados miembros, supondría poder reciclar 5 millones de toneladas más de plásticos al año ahorrando así 7 millones de toneladas de emisiones de CO2. Este dato equivale a quitar de la carretera casi 2 millones y medio de coches.

Otro dato importante a tener en cuenta es el potencial energético de los residuos no reciclables que podrían generar unos 330 TWh de energía al año, equivalente a casi un 23% del gas que Europa importa de Rusia. Con esa cantidad de energía se podrían suministrar las necesidades de electricidad, calefacción y climatización de 30 millones de personas en Europa. Además, usando los residuos como combustible alternativo, las industrias podrían ahorrar hasta 70 millones de barriles de petróleo.

Estas oportunidades de crecimiento en el sector del reciclaje y de la recuperación energética supondrían la creación en Europa de aproximadamente 300.000 puestos de trabajo adicionales en dichas industrias, contribuyendo a un crecimiento económico y sostenible de nuestra sociedad.

En este sentido, la Comisión Europea ya ha presentando propuestas en las que se plantea la prohibición de entrada a vertedero de residuos reciclables en los Estados miembros. Según Irene Mora, «creemos que una prohibición de este tipo debería aplicarse no solo a los reciclables sino también a todos los residuos recuperables, cuyo reciclado mecánico ya no sea viable desde un punto de vista técnico, económico o medioambiental, pero que pueden ser aprovechados como fuente de energía y combustibles alternativos».

De hecho, según un estudio reciente (Criterios para una gestión de residuos y un reciclaje del plástico ecoeficientes, Denkstatt, 2014), con la tecnología disponible en la actualidad el nivel óptimo de reciclado de envases de plástico se encuentra entre un 35 y un 50%. Superar estos niveles supondría un coste más elevado para la sociedad y el medio ambiente.

De este modo, concluye Irene Mora, «el reciclado debe ser siempre la opción preferente pero para todo aquello que no se pueda reciclar de un modo sostenible es importante fomentar la valorización energética como alternativa al vertedero. En definitiva, reciclado y recuperación energética eficiente son un binomio imprescindible para terminar con los vertederos y hacer realidad la economía circular».