PSA en Villaverde: de la vieja Barreiros a la fabricación de coches eléctricos

En el año 2014 fue cuando llegó la gran revolución: Citroën entraba en una nueva etapa con el C4 Cactus, una berlina que ahora en 2020 supone toda una revolución por su diseño y por su tecnología 100% eléctrica

N. S.

Desde que abrió sus puertas, en 1952, como una fábrica de motores diésel impulsada por Eduardo Barreiros , el Centro de Madrid de Groupe PSA ha sido un gran impulsor de la innovación industrial y tecnológica en España, convirtiendo a la ciudad en una auténtica capital del automóvil. Concretamente, Eduardo Barreiros, instaló su fábrica para transformar motores de gasolina en motores diésel frente al Parque Central de Ingenieros del Ejército de Tierra. Un lugar apartado, pero con buenas conexiones por carretera y ferrocarril que, por aquel entonces, ni siquiera pertenecía al municipio de Madrid.

Pero pocos años después, en 1955, vio las posibilidades que ofrecía una economía en fuerte expansión, empezando a esbozar sus primeros prototipos de camiones un lustro después. Aunque fue con el surgimiento de una pujante clase media en los años 60 cuando Barreiros dio el gran salto a la fabricación de automóviles con el inicio de la producción del Dodge Dart, que muy pronto se convirtió en el coche oficial de ministros y altos cargos, una trayectoria que continuará el Dodge 3700 hasta bien entrados los años 70.

Y no se descuidó la gama más básica, con la producción de un innovador turismo compacto que quedó en el imaginario popular: el Simca 1000. En la década de 1970 la planta madrileña continuó en vanguardia con la fabricación de dos «Coches del Año en Europa»: el Talbot 150 (vencedor en 1976) y el Talbot Horizon (Car of the Year en 1979).

En 1983, llegaría un punto de inflexión con la llegada del Citroën LNA y, sobre todo, del Peugeot 205, del que se fabricaron 1.188.811 unidades hasta 1999. Un modelo de éxito al que se sumarían varios modelos de la «serie» 3 de la firma del León, como el Peugeot 309, fabricado en Madrid a partir de 1986. Le siguió, en 1993, el Peugeot 306, que inauguró la silueta compacta de 3 ó 5 puertas con portón trasero que sigue siendo la base de los modelos de la marca en este segmento. La versión Break del 306 se produjo en Madrid en exclusiva mundial entre 1997 y 2002.

Por su parte, Citroën regresaría a la planta madrileña en 1998 con un auténtico superventas: el Xsara, que marcó un hito importante en la historia de la marca del doble chevrón en España, al ser el primero en conquistar el liderato del mercado de turismos, entre 2000 y 2003. Aunque, fabricado en Madrid entre 2004 y 2010 en exclusiva mundial, el Citroën C3 Pluriel fue el que inició una interesante trayectoria de la planta de Villaverde en la producción de descapotables , ya que el Peugeot 207 CC también se ensambló en estas instalaciones entre 2006 y 2015. No sería la única versión madrileña del 207, ya que berlina y SW llegaron a fabricarse en la Villa y Corte.

Y en el 2014 fue cuando llegó la gran revolución: Citroën entraba en una nueva etapa con el C4 Cactus. Una berlina que ahora en 2020 supone toda una revolución. El nuevo Citroën C4 y ë-C4 (100% eléctrico), el cual ya hemos podido conocer durante su presentación oficial en la factoría de Villaverde, donde se fabricará y con versiones gasolina o 100% eléctrica , son las berlinas compactas de nueva generación de la marca francesa, inspiradas por los clientes y por su manera de vivir el automóvil.

Para adaptar la línea de montaje para este nuevo modelo se han invertido en Villaverde 144 millones de euros, lo que supone también una carga de trabajo asegurada para los próximos 5 años. Concretamente, en la actualidad, están produciendo Cactus y preseries de este nuevo modelo, pero ya a partir del próximo mes de septiembre entrará el C4 en producción para comercializarse a final de año.

Cabe destacar que el edificio del 110 de la calle de Eduardo Barreiros no solo tiene actividad de producción de vehículos , sino que alberga gran parte de la actividad comercial, administrativa, de marketing, comunicación, financiación… de Groupe PSA en la Península Ibérica. Este ecosistema de movilidad puede considerarse un punto estratégico para la economía española.

Además de exportar vehículos, desde el Centro de Madrid también se exportan bienes intangibles, como servicios, métodos de trabajo o, incluso software. Es una de las sedes de la Customer Digital Factory de Groupe PSA, un espacio de trabajo innovador en el que se están diseñando aplicaciones y programas destinados a crear una transformación tecnológica y cultural en el sector del automóvil.

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