Vídeo: conducimos en circuito el XF más potente

A falta de una versión R que no tardará en llegar, el nuevo Jaguar XF sitúa en la motorización de gasolina 3.0 V6 de 380 CV —a partir de 75.479 euros— su alternativa más capaz, en términos prestacionales.

Esta declinación aporta de serie tracción trasera, pero la puede llevar integral o a las cuatro ruedas AWD en opción—81.313 euros—, como también sucede en la alternativa sobrealimentada de nuevo 3.0 V6 de gasolina con 340 CV —desde 71.856 euros—.

En modalidad AWD, el nuevo XF disfruta de una programación específica para la gestión del control de tracción que facilita la marcha sobre superficies de muy baja adherencia; se llama All-Surface Progress Control. El cambio, por cierto, es automático y secuencial ZF de ocho marchas.

En la presentación del modelo, Jaguar consideró la idoneidad de poner a disposición de la prensa especializada su tope de gama en el moderno y seguro Circuito de Navarra, entorno de privilegio que,

como cabe advertir en el vídeo sobre estas líneas, permite extraer buena parte del «jugo» que concentran estos modelos. En particular cuando se conduce asesorado por un piloto de competición —aquí copiloto— de la escuela de conducción Jaguar, como fue nuestro caso: la precisión de sus órdenes y la eficacia del coche permite ir muy rápido —más de lo que reflejan las imágenes— a los pocos instantes de sentarse al volante.

Las pruebas se llevaron a cabo en seco y, como recoge la parte final del vídeo superior, también en mojado. Y sin lugar a dudas, permitieron extraer algunas conclusiones de gran interés.

Primero, que pese a la envergadura de un modelo próximo a los 5 metros de longitud con una distancia entre ejes de 2,96 metros que no se apea de 1,76 toneladas, la tracción AWD lo guía «sobre raíles». De acuerdo, dentro de la lógica que dicta la física, pero con un límite tan alto en circulación rápida que obliga a forzar mucho las cosas para hacer chirriar los neumáticos o sentir que el coche pierde mínimamente la trayectoria de manera tangencial.

Y, segundo, que dado los abultados valores de potencia y sobre todo de par motor de estos vehículos —450 Nm–, no está precisamente de más contar con agarre suplementario para

circular con «alegría». Más aún si se hace en suelo de agarre pobre, como mojado, nevado e incluso ligeramente helado, pero también en seco muy bacheado. Ahí, de nuevo, la adherencia de los nuevos XF AWD es proverbial, como pudimos constatar en el trazado navarro circulando sobre asfalto pulido expresamente anegado y repleto curvas y cerrados virajes.

Como apunte, un XF AWD tendrá menos problemas para superar la inclinada rampa de salida de más de un garaje privado, y también se convertirá en buen aliado de aquellos que arrastren con frecuencia remolques y caravanas.