Un controlador del SER en el centro de la ciudad
Un controlador del SER en el centro de la ciudad - josé Ramon ladra

Las trampas de las APR, los parquímetros y los radares fijos

El 30% de los aparatos del SER no funciona correctamente, pese a que las concesionarias cobran 800 millones de euros por su explotación

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El mal funcionamiento de los parquímetros inteligentes, el excesivo celo de los radares fijos de avenidas principales y la mala señalización de las áreas de tráfico rodado restringido son las principales anomalías en el sistema recaudatorio de multas de la capital. Así lo denuncia Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que durante el pasado mes de junio realizó incluso su propio estudio sobre el terreno en algunos de estos aspectos.

Lo que está ocurriendo con la implantación de los parquímetros inteligentes, el año pasado, resulta sangrante, según Mario Arnaldo, presidente de AEA: «El pago con tarjeta de crédito o débito no funciona de manera generalizada. Hemos comprobado que ocurre en al menos el 30% de los casos». Lo que la asociación va a pedir inmediatamente es que «se precinten los parquímetros hasta que las cocnesionarias no garanticen su buen uso».

¿Qué dice la normativa al respecto? Por un lado, está el pliego de condiciones del contrato con las empresas concesionarias, que por cierto se embolsarán 800 millones de euros en doce años. En él, explica Arnaldo, se habla del requisito del pago con tarjeta. Pero la ordenanza municipal al respecto, del año pasado y a diferencia de la anterior, de 2002, especifica que es obligatorio que los nuevos parquímetros permitan el abono en metálico, con tarjeta de crédito o débito, con tarjeta prepago, con tarjeta sin contacto y con una aplicación del móvil. Todas deben estar disponible por obligación.

«Y es el adjudicatario quien debe responsabilizarse del buen estado y funcionamiento de los aparatos —añaden en AEA—. Si hay una anomalía urgente, debe notificarse en una hora, y en dos en casos ordinarios; en los primeros supuestos, deben estar solventados en 24 horas, y en el resto, en un límite de 48». De cualquier modo, la asociación tiene recurrida ante los tribunales tanto el contrato con las concesionarias de los parquímetros como la normativa municipal, que ampliaba los precios y el horario de su funcionamiento.

Problemas con la «app»

Otro instrumento que da problemas es la «app» EYSAMobile. Se dan casos en los que el GPS de la aplicación localiza un vehículo aparcado, por ejemplo, en el área de Goya como si se encontrara en la de Recoletos. Y al usuario, que ha abonado religiosamente su tique, le notifican una multa por ese error informático.

No es este un asunto baladí el del Servicio de Estacionamiento Regulado si tenemos en cuenta que de las 579.182 multas por aparcamientos prohibidos entre enero y mayo, 417.018 fueron impuestas por problemas con el SER, distribuidas de la siguiente manera: falta de distintivo en el vehículo (198.842); distintivo no válido (118.929), y rebasar el tiempo máximo permitido (99.247).

Problemas, y muchos, dan las Áreas de Prioridad Residencial (APR), como las de Lavapiés, Las Letras o la recién puesta en marcha de Ópera; las señalizaciones de restricciones al tráfico son escasas o incluso poco visibles, un caldo de cultivo para más multas; lo mismo que los radares fijos, cuya publicidad municipal es inexistente.

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