Varios vigilantes de seguridad cruzan por el paseo de peatones de San Carlos para colapsar el tráfico. :: C. C.
PROTESTAS | SAN FERNANDO

Los vigilantes de San Carlos colapsan la entrada al hospital

Decidieron cruzar de forma continua por los diferentes pasos de peatones de la zona para reclamar el pago de los dos meses que les adeudan

SAN FERNANDO Actualizado: Guardar
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Cuando parece que hay hueco por el coche ya hay otra persona que pasa. Resulta imposible porque siempre hay una persona delante que imposibilita su paso. Por lo que al final se crea una larga hilera de vehículos parados. Una irritación que padecieron los conductores que ayer estaban por las inmediaciones de San Carlos. Se dieron de bruces con los vigilantes de seguridad del centro sanitario, que estaban protestando porque les deben dos meses de nóminas, sin que haya perspectiva de cobro. Al contrario, consideran que lo más probable es que se sigan acumulando retrasos.

Es por ello que decidieron paralizar, durante aproximadamente una media hora, el tráfico del lugar, cruzando de forma continua por todos los pasos de peatones que permiten tanto acceder al recinto como bordearlo. Con pancartas, banderas y pitos, caminaron de un lado a otro de las aceras. Hasta que finalmente la Policía Local tuvo que intervenir para regular el tráfico ante la acumulación de vehículos que había en la zona.

Su intención era realizar protestas a lo largo de toda la semana, aunque por el momento solo tenían autorizada la concentración de ayer. De hecho, desde la Subdelegación de Gobierno se tiene informes de la Policía Local que precisamente desaconsejan estas movilizaciones por caos circulatorios que pueden crear, puesto que San Carlos solo tiene una entrada y una salida.

Lo que no quiere decir que el colectivo esté ya pensando en nuevas medidas a llevar a cabo para solicitar el cobro de sus sueldos. Lo más extraño es que compañeros que prestan servicio en otras instalaciones (como es el caso de Correo), sí están al día en los pagos. La empresa sigue sin aclarar nada y la incertidumbre de la plantilla (que cuenta con unos 11 trabajadores) crece por día. De poco han servido las denuncias que se han presentado contra la empresa en la Inspección de Trabajo, pues sigue sin aclarar el motivo del retraso en las nóminas.

«El objetivo es que la empresa dé la cara de una vez o al menos que el Ministerio de Defensa apriete las tuercas a la empresa para que pague lo que debe, ay que dicen que ellos no tienen ninguna deuda con la empresa», aclaró Álvaro Montaño, representante de Seguridad de Comisiones Obreras.