LAS FRASES

LOS RECORTES GUAY Y YEYÉ

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A los funcionarios e interinos de la Junta de Andalucía no les parece, como al presidente de Extremadura, José Antonio Monago, que el plan de ajuste andaluz sea yeyé o guay. Monago utilizó estos calificativos sesenteros para quejarse irónicamente de que si él hubiera bajado los sueldos a los funcionarios como en Andalucía, los socialistas de la comunidad extremeña le hubieran corrido a gorrazos.

Monago está equivocado. Sí pasa algo. Los sindicatos, incluidos CC OO y UGT, que apoyaron la campaña electoral de socialistas y comunistas y luego empujaron para que formaran coalición, están que trinan por los 777 millones de euros que hay que descontar de las nóminas de los empleados públicos. El bipartito pensó que la promesa de mantener a 23.500 interinos en sus puestos de trabajo era coartada suficiente para que los sindicatos izquierdistas aprobaran aunque fuera a regañadientes el trueque.

Pero CC OO y UGT han salido respondones. Ambas centrales perdieron numerosos apoyos en las elecciones sindicales de la administración pública como consecuencia de haber sido comprensivos con el Gobierno andaluz cuando la reforma del sector público. CSIF y otros sindicatos de funcionarios pescaron votos en río revuelto. Esta vez no iban a ser tan conciliadores.

La Consejería de Hacienda y Administración Pública ha vuelto a medir mal los efectos de otra propuesta sobre los funcionarios. Las revueltas no han hecho nada más que empezar. El argumento machacón de que la medida se hace por «imperativo legal» por los ajustes y recortes impuestos por el Gobierno de Rajoy no convence del todo aunque sea cierto. En el colectivo de funcionarios se piensa que se podía haber desviado la tijera hacia otro lado. La tensión es tal que incluso en la mesa de negociación de Sanidad un representante sindical llegó a defender los despidos a interinos antes de tocar el bolsillo de los funcionarios y laborales fijos. Solo en Sanidad hay 10.000 interinos. Sí ya hay recortes en material y servicios, imagínense con diez mil sanitarios menos.

Pero el malestar es más que comprensivo tras conocerse por el diario 'el Mundo' que algunos cargos de confianza de la Consejería de Economía perciben pluses de productividad más que extraordinarios, cuando se está por eliminar los de los sanitarios.

La tirantez sindical unido a esta metedura de pata del recién estrenado gobierno han hecho mella en Izquierda Unida. El socio de gobierno no acepta agravios de ese tipo y ha querido marcar distancias. El PP ve en esto el primer conato de fricciones en el bipartito. Más bien refleja que, como apuntó IU al aceptar el pacto, no va a ser mero convidado de piedra en la Junta. Quiere participar en todas las decisiones. IU ha forzado un aplazamiento del plan de ajuste y que la consejera de Presidencia se ponga a pedirle cuentas a los consejeros dadivosos con sus asesores. Los pluses guay tienen los días contados. Supongo.