La fiscal de Enron lidera el equipo legal de la Casa Blanca

La marcha de Robert Bauer, el principal abogado de la Casa Blanca y consejero personal de Barack Obama, sitúa al frente del equipo legal del presidente de Estados Unidos a Kathtryn Ruemmler, una licenciada en Derecho por la Universidad de Georgetown de 40 años y carrera meteórica en el sistema legal norteamericano. Detrás de la salida de Bauer no habría que buscar discrepancia alguna con Obama, al que ahora asesorará desde un bufete privado como abogado personal y ayudará en su campaña para conseguir un segundo mandato. Ambos cabalgan juntos desde que el ahora presidente fue elegido senador por Illinois. La mano de Bauer está detrás de la decisión de Obama de publicar su certificado de nacimiento para zanjar de una vez por todas una absurda polémica que ya duraba demasiado.

La juventud de su sustituta al frente del equipo legal de la Casa Blanca no debe inducir a engaño. Kathryn Ruemmler tiene en su todavía corta carrera profesional un éxito notable: el que obtuvo al medirse, como fiscal principal, con los dos directivos que llevaron a la bancarrota a la compañía Enron. Durante 16 semanas, Ruemmler se enfrentó en la sala de vistas con Kenneth Lay, el presidente, y Jeff Skilling, el director ejecutivo, a los que acusó de ocultar pérdidas y exagerar beneficios para atraer a los inversores y terminar volatilizando una empresa que llegó a emplear a 21.000 personas.

El 23 de octubre de 2006, la entonces fiscal Ruemmler obtuvo una pena de 24 años de prisión para Skilling; Lay había fallecido unos meses antes. Su actuación en el juicio de Enron, que le valió una distinción de ámbito nacional, le abrió la puerta de la Administración Clinton y, ahora, la encumbra en la Casa Blanca de Obama.