Aspira a revalidar mayoría y apuntalar el despegue local

Tiene fama de buen gestor, de dialogante, incluso de persona afable. Rafael Quirós, de 41 años, licenciado en Farmacia y especialista en optometría, llegó a la Alcaldía de Barbate tras el vuelco electoral de 2007, cuando el PP se desmoronó por el desgaste de sus últimos gobiernos. La mayoría absoluta conseguida entonces le ha permitido gestionar una de las poblaciones más complejas de España, siempre con el acento puesto en el sentido común. Conocidas son algunas de sus declaraciones, como cuando criticó a los políticos que «abandonan el barco en momentos difíciles como los que vivimos». Quirós cuenta en estos momentos con un respaldo abrumador de su partido, tanto a nivel local como supramunicipal. Está al frente de un Ayuntamiento endeudado con la Seguridad Social, donde los funcionarios no cobran en tiempo y forma, y al que no paran de lloverle los problemas. Él reconoce abiertamente, cada vez que un medio le pregunta, que Barbate es difícil de conducir por la senda del crecimiento económico y el desarrollo sin la ayuda de entidades superiores. Convencido de que la industria es perfectamente compatible con el respeto al medio ambiente y el desarrollo hotelero de algunas de las zonas costeras del término municipal, Rafael Quirós se enfrenta a varios grandes retos tras el 22 de mayo. Si este socialista de nueva hornada repite como alcalde, deberá hacer frente al nuevo diseño urbanístico del municipio. Legalizar y dotar de servicios los núcleos diseminados de Zahora y de Caños de Meca es otra de las prioridades. En los últimos años ha mantenido posturas encontradas con los representantes vecinales de estas pedanías, que le recriminaron primero el «olvido» al que el Ayuntamiento los tenía sometidos, y que en los últimos meses han reconocido su capacidad para buscar puntos de encuentro. Quirós, además, deberá coger el toro por los cuernos de los asuntos del día a día de su pueblo. Además de la pesca, condenada a morir sin que nadie haga nada, Barbate necesita equipamientos. En los últimos meses se ha impulsado, con la «ayuda inestimable» de la Junta, la nueva carretera de circunvalación, así como la ampliación y modernización de las instalaciones portuarias. La consolidación del polígono El Olivar o la mejora de los recursos turísticos son otras de las promesas electorales. En el debe, eso sí, tiene las acusaciones de partidismo y 'enchufe' que realizan constantemente desde la oposición.Pese a ello, Quirós mantiene casi inalterada su imagen pública y los barbateños podrían volver a darle la mayoría. Si es capaz de sacar a Barbate de la crisis tendrá una proyección política importante. De lo contrario, se cumplirá eso de que «estaría más tranquilo en su farmacia que de alcalde», que más de una vez ha dicho en conversaciones informales. Barbate es una ciudad con posibilidades pero enormes dificultades y un retraso histórico.