La provincia a través del paladar

Si la gula es uno de los siete pecados capitales, la feria Saborea Cádiz, que se está celebrando en el recinto ferial de Ifeca, podría convertirse en una verdadera perdición para todo visitante al que le guste disfrutar de un delicioso manjar elaborado con sumo cuidado y con productos de nuestra tierra. Y es que, qué decir del cremoso y tierno a la vez queso Payoyo, elaborado con leche de cabra y de oveja, criadas en la sierra, y de la que obtienen un producto de máxima calidad y con el sello de Villaluenga del Rosario. Un placer para el paladar que se ha ido haciendo un hueco en el mercado desde el año 1997 y que ha llegado a obtener numerosos premios, tanto a nivel nacional como internacional, reconociendo su calidad, sabor y textura.

Y no hay que desplazarse muchos metros para encontrar el stand jerezano de las Bodegas Luis Pérez, un proyecto familiar que pretende acercar al consumidor un vino tinto exclusivo, de calidad y con denominación de origen de la provincia. Algo que se conoce más bien como caldo de autor, ya que su elaboración conlleva la dedicación absoluta en cada uno de los pasos.

El producto estrella de la casa es el Petit Verdot, que desde el 2002 enriquece la vida de aquellos que saben diferenciar un buen vino. Se trata de un ejemplar que obtiene su jugo a partir de la variedad de uva que le da su nombre, muy difícil de conseguir debido a las trabas que encuentra la Petit Verdot en terminar de madurar.

Para los que les guste el cacao en diversas formas y con diferentes toques, algunos un tanto exóticos, la confitería Tres Martínez podría tener la solución. Una empresa de Barbate que cumplió hace poco los 125 años al frente de la chocolatería más experimental y que aún así cuenta con una tradición muy arraigada a la tierra que le vio nacer. Es por eso mismo que una de las propietarias, Pepi Martínez, optó ayer por mezclar un oloroso, un tinto y el conocido Pedro Ximénez con el dulce sabor del chocolate. Una mezcla explosiva que sigue sin dar sombra a otras de las creaciones ya realizadas por la misma marca. Fue hace un par de años, en la Feria del Atún, cuando consiguieron elaborar un nuevo sabor, con la fusión del cacao con mojama, bonito o curado o huevas de maruca.

Alta Cazuela es otra de las empresas presentes en esta feria, que además de catering y propietarios del Bar Juanito en Jerez, están al frente de los platos preparados que ya están al alcance de la mayoría en los supermercados Carrefour. El proyecto familiar, que comenzó en el año 1992, ofrece guisos típicos de la zona, como son las albóndigas al oloroso.

Otros productos

Por supuesto no todo en el recinto ferial va dirigido al paladar, también está presente la piel de Ubrique con Antonello o la cerámica artesanal, que de la mano de los propietarios de Jugum, que han creado los botijos con forma de vestidos de flamenca. Algo que una de sus socias, Mari Durán, asegura que «llama mucho la atención a los turistas». La empresa tiene su origen en la pedanía jerezana de Nueva ' y ha ido abriéndose paso poco a poco; por eso mismo estar presente en esta feria supone para Durán «un espacio muy importante para darnos a conocer aún más».

Verdaderas joyas en piel es lo que tiene en su stand el artista Vicente Gallardo, que tras su más de 25 años activo con Trigo en Barbate, ofrece una variedad y creatividad en cuero digna de observar. Entre los muchos tesoros se podía encontrar cuadros grabados a martillo y pintados a mano, llenos de colores y con dibujos más que originales. También hay agendas, lapiceros y hasta un biombo totalmente artesanal.

Y se podría seguir enumerando los 100 stands, llenos todos y cada uno de maravillas, que el recinto jerezano acoge hasta el domingo, a las 21 horas. Una oportunidad única para hacerse con un trocito de la provincia.