Julie Delpy: «Quiero dirigir una película de ciencia ficción»

Mucho de autobiográfica tiene esta tercera película dirigida por la actriz, cantante, guionista y directora francesa Julie Delpy, en la que narra con encanto y mucho humor una reunión familiar sobre la que planea una amenaza: la potencial caída en suelo francés de la estación espacial Skylab. La esperanza y la inocencia de los años setenta, y de una niña que está en los albores de la adolescencia (personaje inspirado en la propia Delpy), sirven a la directora para hablar de la familia desde un punto de vista luminoso y de los pequeños buenos momentos de la vida. Una película veraniega, con una banda sonora sensacional, que llega a las pantallas el próximo viernes, tras haberse hecho con el Premio Especial del Jurado en el pasado festival de San Sebastián.

P. ¿De dónde surge 'El Skylab'?

R. Hace mucho que quería hacer esta película. Una sobre una reunión familiar feliz, al contrario de films como 'Celebración', que sacan a relucir las miserias humanas. Me interesaba retratar el lado divertido y feliz de la familia, así que durante años, estuve tratando de averiguar cómo armar el guión sin que el peso estuviera en la historia sino en los personajes. Me ha costado: empecé a escribirla en 2001 y acabé en 2009.

P. ¿Hasta qué punto es autobiográfica?

R. La niña protagonista es una adaptación de mí misma, aunque en la película la niña es más joven de lo que fui yo al besar por primera vez a un chico. En la película tiene 9, yo tenía 12 cuando ocurrió. Por lo demás, mi madre y muchos de los personajes del filme están inspirados en mi familia.

P. ¿Por qué usa la estación Skylab en la trama? ¿Es parte de su fascinación por la ciencia y la ciencia ficción?

R. Me encanta la ciencia y el Skylab fue la primera estación espacial con gente viviendo allá arriba, así que fue un momento importante. Pienso que con el tiempo todos acabaremos viviendo allá arriba. De hecho, deberíamos estar todos en Marte pronto porque algo malo va a pasar en La Tierra. ñrisasí Aparte de esto, el Skylab me servía también en términos narrativos como algo que está planeando por encima de las cabezas de esta reunión familiar de verano, cuando todo parece perfecto, el sol brilla. pero siempre hay una sombra, una amenaza, como esa de que el Skylab cayera sobre sus cabezas, aunque al final no pasara nada. De igual forma pasa en la vida de los personajes, la niña protagonista acaba siendo una mujer al final de la película, pero tampoco pasa nada por ello, no es un asunto tan relevante. Es solo la vida.

P. ¿Y eso de que quiere dirigir ciencia ficción es cierto?

R. Sí, pero también sé que no tendré demasiado dinero para hacerla, así que estoy escribiendo una ficción low tech. Ciencia ficción psicológica o quizás una comedia de ciencia ficción.

P. ¿Se considera una optimista?

R. Bueno, no lo sé. Sí creo que aquí abajo en La Tierra, estamos yendo en la dirección equivocada. Soy una optimista en lo más profundo de mí, así que tengo fe en el ser humano, en que seremos capaces de inventar una manera de vivir juntos. Pero es cierto que en tiempos en que las cosas van mal económicamente se hacen muchas más películas de terror y apocalípticas porque la gente sale del cine sintiéndose mejor: la catástrofe viene del exterior. Es como el Skylab, la catástrofe venía de afuera, aunque al final no ocurriera nada.

P. Usted interpreta en la película a su madre, la actriz Marie Pillet. ¿Cómo fue la experiencia?

R. Fue muy hermoso, emocionante, y difícil a ratos porque incluso siendo un personaje muy alegre y vívido en la película, mi madre ya no está. No hubiera sido justo interpretarla como un personaje sombrío, sino como aparece, uno divertidísimo, que siempre está armando líos. Así que, aunque a veces me costaba enfrentarme a su muerte, traté de no pensarlo mientras la interpretaba y disfrutar del homenaje.

P. La película supura nostalgia por los setenta, no solo en lo que concierne a la estética o la música, sino a esa época más esperanzada y de mayor compromiso político

R. Sí, había más esperanza política, y eso se ha perdido hoy. En Francia en los setenta había una gran esperanza por la izquierda. La gente pensaba que si ganaba íbamos a ver igualdad entre clases. Es cierto que quitaron la pena de muerte, pero el resto no sucedió. Además el 68 estaba aún muy cerca, a la vuelta de la esquina. La gente tenía en esos años muchos sueños, y ahora esos sueños se han ido. Un tipo de izquierdas hoy sería Dominique Strauss-Kahn, un tipo multimillonario, obsesionado con el poder y las mujeres. Un corrupto. Hoy en día hemos perdido la fe en muchas cosas, y aunque ahora en Francia estamos con la esperanza de que la izquierda cambie las cosas, es una esperanza mucho menos pura.

P. Como actriz, ¿volverá a actuar para otros directores?

R. Estoy escribiendo una nueva película con Richard Linklater ('Antes de que amanezca'), y ahí actuaré. Me han ofrecido papeles durante este tiempo que he estado dirigiendo, como Lars von Trier, pero he dicho que no, cosa que no hubiera hecho hace 10 años. Pero pronto me tomaré un año sabático de la dirección para actuar.

P. ¿Y cantar?

R. `También! Tengo un disco terminado desde 2005 y no he podido sacarlo. Así que eso también vendrá pronto.