Historia a golpe de pólvora

Desde hace ya media década, la llegada de mayo Algodonales viene acompañada por el estruendo de los trabucos y cañones, el olor a pólvora y el crujir de los cristales que se resienten con los ruidos. Y es que este municipio ha sabido innovar en cuanto a la celebración de eventos al tiempo que ha recuperado una parte de su memoria colectiva.

La localidad vive, desde el pasado viernes y hasta hoy domingo, la quinta edición de su Recreación Histórica del 2 de mayo de 1810. En la misma se recuerda cómo las tropas francesas trataron de controlar un pueblo humilde y campesino y sus valientes vecinos trataban de contener el ataque de todo un ejército napoleónico, con entre 5.000 y 7.000 hombres, con las únicas armas que tenían: los palos y los rastrillos. El municipio reconoce así, con una celebración masiva en la que se involucran cientos de vecinos, de manera muy activa y participativa, la valentía de estos algodonaleños. Dicha lucha desigual produjo la pérdida de 239 vecinos del pueblo y fueron incendiadas unas 70 viviendas. Este capítulo de la historia del pueblo quedó grabado en el propio escudo de la localidad en el que figura la casa del alcalde de la época en llamas.

Esta valentía supuso también el punto de partida de esta localidad serrana como municipio independiente. De hecho, el rey Fernando VII le otorgó el título de Villa a Algodonales y ello significó la emancipación de Zahara de la Sierra, municipio al que pertenecía hasta ese momento.

La recreación de este año ha vuelto a contar con la participación de la Asociación Histórico Cultural Por la Resistencia de Algodonales y un grupo importante de voluntarios del municipio. Además, también se ha recibido la visita de la Asociación de la Batalla de Albuera (Badajoz), Bailén (Jaén) y Camuñas (Toledo). Todos ellos, junto a varios grupos de teatro, han llevado a cabo representaciones y teatros que han hecho las delicias de miles de visitantes y vecinos del pueblo. Así, por unos días, Algodonales ha atravesado la puerta del tiempo y se ha situado en pleno inicio del siglo XIX.

A crear el ambiente ayudan la reconversión de la zona centro del pueblo, donde se levanta un poblado con tabernas, asadores, campamento francés, etc, y la participación de más de quinientos vecinos que acuden al evento ataviados con los ropajes propios de la época y dispuestos a participar activamente en la fiesta.

Entorno a la celebración del 2 de mayo de 1810 se está dando un movimiento social importante que está llevando a convertir al evento en una de las celebraciones más importantes del municipio. Los vecinos, además de participar activamente en las representaciones y la preparación de la fiesta, trabajan buena parte del año para conseguir que el pueblo luzca al nivel que su historia y sus antepasados merecen.

La gastronomía juega un papel fundamental en la fiesta ya que los visitantes pueden disfrutar, en el poblado que se crea, de los platos típicos de la época, así como de las suculentas chacinas de la zona. Todo ello, acompañados por algo de beber y un buen rato de convivencia en la que nadie se sentirá un forastero en este acogedor municipio.

La Recreación concluirá y no lo hará con un insípido postre sino que contará con varios buenos platos que engrandecerán la fiesta. De hecho, hoy se podrá disfrutar de la representación del Ataque al Campamento Francés (13.00 horas), el desfile militar, (14.00 horas) , y la despedida de las asociaciones de fuera, (14.30 horas).