La Guardia Civil recupera un botín de antigüedades expoliadas

Libros centenarios y raras litografías del siglo XVIII, monedas de origen romano, tallas en piedra, y un sinfín de objetos arqueológicos más de gran valor histórico formaban parte de la importante colección de antigüedades que la Guardia Civil ha decomisado esta semana en un domicilio de Bolonia. Se trataba en realidad del botín de un expoliador de piezas arqueológicas, que se encuentra en paradero desconocido y que está supuestamente vinculado a una red de narcotráfico desarticulada a finales de enero en la pedanía.

En aquella intervención -denominada Operación Consola- los agentes del Instituto Armado se toparon ya con multitud de antigüedades, durante los registros de las viviendas de los narcotraficantes. Tras este hallazgo, se activó una nueva investigación para tratar de averiguar el origen de las piezas, aunque en este caso no fue desarrollada por agentes del equipo Antidroga (EDOA), sino por miembros del Área de Delitos Contra el Patrimonio, de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras.

Bolonia

La nueva operación ha concluido, curiosamente, en la misma pedanía de Bolonia donde fueron halladas las primeras piezas, muchas de las cuáles tenían su origen a pocos metros de las viviendas en los restos arqueológicos de Baelo Claudia. Muchas de las piezas ahora intervenidas se remontan igualmente a época romana, según expertos en arqueología de la Provincia de Cádiz. Aunque se han encontrado también textos de los siglos XVI, XVII y XVIII y diversas obras de arte, que están a la espera de valoración. Los agentes esperaban, sin embargo, encontrar algunos objetos «que se presumían de mayor valor, y que finalmente no estaban en el interior del domicilio», según indicó la Benemérita. No se descarta, por tanto, que el dueño y supuesto expoliador, haya huido con estas piezas. Actualmente, el propietario está en paradero desconocido, con una orden de búsqueda y captura.

La Guardia Civil ha destacado en un comunicado el estado pésimo de conservación en que se encontraban los objetos recuperados, que han sido puestos en manos de arqueólogos del Área de Patrimonio de la Delegación Provincial de Cultura de Cádiz, para que los cataloguen debidamente.