Jerezanos en Cork

El pasado domingo despegaba un avión desde Málaga camino de Cork, Irlanda, con ocho alumnos jerezanos de sexto de Primaria y tres profesores del colegio Miguel de Cervantes. Se trata del primer grupo del colegio jerezano que, dentro del programa Comenius, irán a distintos países europeos. Polonia, Sicilia, Gales o Suecia serán otros objetivos fijados para el futuro. El fin del programa es el reforzamiento de la idea europea dentro del ámbito de la enseñanza. El centro de Primaria Miguel de Cervantes ha conseguido 18.000 euros para el Programa de Aprendizaje Permanente que está dirigido tanto a profesores como a alumnos. Un proyecto que se desarrollará en este centro hasta el año 2010.

Si hay que buscar un culpable por la cara de pócker que pusieron los padres cuando los alumnos se perdían por la puerta de embarque, ése es Mario Cortijo, un profesor inquieto que ha mostrado gran empeño para poner en pie el que, al menos ocho alumnos del Cervantes en esta ocasión, experimenten otras realidades distintas a las que vivimos cotidianamente en nuestra ciudad. «Lo cierto es que el centro está apostando por el segundo idioma que es el inglés. Yo he puesto el granito de mi trabajo. Eso es todo», comenta. La actividad se ve reforzada con la presencia de la directora del centro, Ana Junco, y Lorena Vázquez, también profesora de inglés en el colegio. Mario está interesado en que podamos facilitar la información colgada en la página www.multilateralcomenius.blogspot.com/

La tortilla

Incrementar la identidad europea única en los aspectos educativos y socioculturales es el empeño de este programa. Los chicos de Jerez asistirán a clase como si fuesen ocho alumnos más al colegio Knocknaheeny de Cork. Mientras, los profesores también tienen previstas sus actividades de intercambio de contenidos formativos.

Hemos tenido acceso a una información, casi en exclusiva, donde, al parecer, entre las actividades previstas, está la preparación de una tortilla española para deleite de los irlandeses. Todo esto acompañado de una copita de oloroso dulce. Es de esperar que el pabellón español y jerezano quede bien alto.