DE LARGO. Varios ciudadanos ven pasar un autobús de Comes en el centro de Cádiz. / FRANCIS JIMÉNEZ
Ciudadanos

Comes intenta suprimir servicios para reducir su deuda ante una posible venta

La Junta asegura que hará «todo lo posible» para evitar el recorte de las líneas La compañía sí suspenderá a partir del 1 de octubre su contrato en Los Barrios

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El viaje empresarial de Transportes Generales Comes ha vuelto a entrar en zona de baches y la última sacudida ha venido de su principal cliente, la Junta de Andalucía (las concesiones de la Administración suponen prácticamente todo el negocio de la compañía). Tras un convulso inicio de año, con huelgas indefinidas de toda la plantilla en Carnaval y Semana Santa, el verano comenzó como el año, con más zanjas en la carretera: saltó el rumor de que la compañía de autobuses interurbanos estaba en venta.

Ha llegado el otoño y el rumor es una confirmación. La firma tiene pegado en el parabrisas un cartel de «se vende». Pero, por lo que parece, sus cuentas no se sanearán a costa del acuerdo firmado con el Gobierno regional.

La delegación provincial de la Consejería de Obras Públicas aclaró ayer (sin que nadie le instara a que aclarase nada) que no permitirá un recorte de los servicios por parte de la empresa concesionaria. Según relata la Junta en un comunicado, la empresa de transportes le había solicitado reducir e incluso suprimir algunos tráficos entre la Janda y la Bahía a partir del mes de octubre (final de la temporada de verano y de una elevada demanda en esta zona). Especialmente, las conexiones más afectadas serían las que enlazan el Campus universitario de Puerto Real con municipios cercanos y ciertas líneas con Barbate y otras poblaciones del litoral ¿La razón? Que no eran rentables.

Nada que hablar

Sin embargo, la delegación se ha mostrado especialmente firme: «Se ha requerido expresamente a la concesionaria de los servicios para que se abstenga de efectuar las modificaciones que ha solicitado y mantenga la situación inicial de las condiciones de la concesión, en pro del interés general de los usuarios y del mantenimiento de los puestos de trabajo de los empleados de la empresa de transporte».

La contundencia ha sido aplaudida por el comité de empresa, que destaca «la rápida reacción de la Administración en este caso para detener una decisión que Comes nunca podrá tomar unilateralmente», explica Francisco Ortiz.

La empresa, que ayer no quiso comentar el varapalo de la Junta, tiene un contrato firmado con el Ejecutivo autonómico hasta 2012 en el que se recoge el número mínimo de autobuses que debe haber en cada recorrido. «Eso se tiene que cumplir pase lo que pase», recuerdan los trabajadores que, por si acaso, han convocado una reunión del comité para la semana que viene.

El particular plan de saneamiento emprendido por Comes no sólo se queda aquí. A partir del 1 de octubre se suspenderá el servicio urbano en Los Barrios debido a la deuda de más de 500.000 euros que mantiene impagada el Ayuntamiento barreño.

Los cuatro trabajadores que conducían en esta ciudad del Estrecho ya han recibido la notificación de que su contrato acaba con este mes «y aquí no podemos hacer nada porque es un acuerdo entre Ayuntamiento y Comes y se puede rescindir directamente», admite Ortiz, quien este caso considera que el impago de la deuda excusa y justifica la decisión tomada por la empresa. La firma tiene en plantilla a unos 270 trabajadores en estos momentos.