Un entoldado que suscita indiferencia

El entoldado en la calle Lancería parece que no ha dejado indiferente a casi nadie. Son muchas y diversas las opiniones en la ciudad sobre el mismo y desde su colocación, los peatones y turistas que pasan por la zona se muestran conformes debido a la finalidad práctica que cumple de proteger del sol a los paseantes. No obstante, el gasto que ha supuesto y su tamaño son algunas de las quejas más generalizadas entre los vecinos y empresarios de la zona.

Esta inversión formaba parte de las acciones «necesarias para dotar al centro comercial de la ciudad de infraestructuras destinadas a hacerla crecer en servicios», según apuntó el Ayuntamiento. Añadía que los principales objetivos que perseguía con esta actuación eran, por un lado, la integración del centro «dentro de la oferta turística preferente y, por otro, subir un grado dentro de la catalogación establecida por la Junta de Andalucía para considerar el de Jerez como Centro Comercial Abierto de Segunda Generación». Cabe recordar al respecto que actualmente se sitúa en los del nivel de Primera Generación.

93.000 euros

La instalación del toldo en Lancería ha supuesto una inversión de algo más de 93.000 euros para la colocación de un sistema que no ha implicado ninguna obra de sujeciones al suelo o a las fachadas. Es por esta causa por la que algunos peatones se muestran descontentos, pues creen que es un gasto demasiado elevado.

Respecto a la constitución del toldo, éste está formado por varias piezas, cada una sujeta con estructuras de hierro, teniendo como base unos maceteros en los que se apoya. En cuanto a la ocupación, cubre unos 200 metros cuadrados de la calle. Y estas dimensiones se antojan pequeñas para muchos de los viandantes y usuarios habituales de la zona.

Buena parte de los jerezanos consultados se muestran indiferentes ante este entoldado de Lancería. No obstante, no todos se posicionan de la misma manera. «Lo del toldo es una chapuza, o que lo pongan de una punta a otra o que no lo pongan en ningún lado», comenta José Jiménez. Su opinión difiere de la de otras vecinas que ven en el toldo una manera cómoda de pasar y disfrutar los días de verano en el centro de la ciudad. «Es una buena idea. A mí por el momento me viene muy bien porque si no fuera por el toldo no estaríamos ahora mismo aquí», opina Antonia Pérez sentada en una de las terrazas de esta céntrica y emblemática calle.

Comerciantes

En cuanto a los comerciantes, pocos son los que han notado que esta inversión haya repercutido en el número de clientes. Así lo afirma Cristina Arellano Gutiérrez, empleada de uno de los establecimientos de la zona. «Por ahora, no nos ha afectado para nada. Al principio sí se notó con la obra, aunque duró poco, una semana o así, pero por ahora no nos afectado en ningún sentido», explica.

Por el momento, el toldo de esta calle seguirá en su sitio y seguirá, asimismo, despertando todo tipo de opiniones para bien o para mal. Sin embargo, no será igual en el caso de la calle Larga, pues, aunque ya está aprobado el proyecto para llevar a cabo otro entoldado a lo largo de esta popular calle, éste no se llevará a cabo hasta después de estos meses estivales.

Y puede que no sea la única: el Consistorio anunció que este sistema podría ampliarse en el futuro a las vías más céntricas y con mayor fluidez peatonal. Aunque la experiencia en la calle Lancería podría hacerle cambiar de opinión. El tiempo dirá.