La imagen de la izquierda es del local donde estaba el concesionario de Rojas; la foto de la derecha fue tomada en el último partido del Cádiz en la pasada temporada, cuando aún era visible el patrocinio en las calzonas. / Ó. CHAMORRO Y F. JIMÉNEZ
Jerez

Un empresario de San Fernando, en prisión por estafar a compradores de coches de lujo

Carlos Rojas es el gerente del concesionario Autos Desi, ex patrocinador del Cádiz C. F., que va a demandarle por no pagar la cantidad pactada a principios de la temporada pasada

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El gerente del concesionario Autos Desi de San Fernando, Carlos Javier Rojas Muñoz, está en prisión preventiva después de ser imputado en varios delitos de estafa y apropiación indebida, cometidos presuntamente en la venta de coches de gama alta. Pero no es el único asunto judicial que tiene pendiente esta persona. Además, será demandado por el Cádiz C.F, que le reclama el cumplimiento económico del acuerdo sellado a primeros de este año y que convirtió a la firma del empresario en uno de los patrocinadores del equipo.

Sus víctimas son compradores que pagaron un precio muy ventajoso por un vehículo de alta gama, que al final nunca les fue entregado. El anzuelo en el que picaron los supuestos estafados era precisamente ése: les ofrecían coches lujosos de importación, seminuevos y a cambio de una cuantía fuera de mercado. Uno de los más de diez afectados que ya han denunciado a Carlos Javier Rojas, pagó 35.000 euros, con la obligación de abonar otros 3.000 euros cuando le entregaran un Audi Q7 con sólo 30.000 kilómetros. Este vehículo, de primera mano, tiene un precio oficial que oscila entre los 54.000 y los 78.000 euros; una cantidad que va en función de las prestaciones y el tipo de motor de cada modelo.

La víctima se llama Julio Lineras y trabaja como médico en el hospital de El Puerto. A través de intermediarios conoció al acusado, quien le ofreció «la ganga» con el consiguiente mensaje de que debía pagarlo cuanto antes porque tenía muchos «pretendientes». Asegura que confió en el empresario en todo momento. «Hacía gala de ser patrocinador del Cádiz y lo utilizaba como garantía de cara a los clientes».

Este vecino de El Puerto sí pudo ver el coche que deseaba, a diferencia de otros afectados que en sus denuncias explican que compraron tras visionar fotografías de los turismos en internet. Pero no sospechó que el vehículo, en lugar de estar en el concesionario del empresario -situado en el Paseo Joly Velasco de San Fernando- , estaba aparcado en su garaje particular. «Me lancé a la piscina porque me encapriché del coche y sabía que a ese precio no podía encontrar otro igual».

La operación fraudulenta se cerró el pasado mes de junio mediante la firma de un contrato similar al que se muestra en la parte inferior de esta página, y que pertenece a otra denunciante. El comprador entregó 35.000 euros, con el compromiso de pagar los restantes 3.000 al recibir el citado todoterreno. El vendedor le aseguró que tendría su coche en poco más de una semana, ya que debía ser matriculado.

Pero el tiempo fue pasando y según explica Julio Lineras, no le llegaba nada. «Me decía que había problemas con el papeleo». Al mes siguiente, el comprador, cansado de «evasivas», pidió el reembolso del dinero, «pero decía que había entregado esa cantidad a su socio y que no disponía de liquidez». Ante la insistencia del cliente, el empresario le ofreció presuntamente un cheque de 25.000 euros que debía cobrar el 5 de septiembre «porque en esa fecha iba a recibir una importante cantidad, fruto de un negocio»; además de un nuevo compromiso de entregarle los restantes 10.000 euros en metálico ese mismo día.

Pero al ir a cobrar el cheque, el banco le confirmó que no había dinero en la cuenta. Fue en ese momento cuando decidió denunciarle. Este afectado explica que el empresario trató de disuadirle para que retirara la querella «con amenazas de declararse insolvente». Incluso le propuso otro vehículo por el mismo precio, un BMW X5, que según el imputado estaba en Alemania. «Y tuvo la cara dura de pedirme otros 700 euros para cubrir los gastos de transporte del vehículo, cuando aún no me había devuelto mi dinero».

De media 30.000 euros

Fuentes policiales confirmaron a este medio que se han presentado más de diez denuncias y que la cantidad total de lo estafado supera los 300.000 euros, a razón de 30.000 euros de media por cliente. Este periódico tuvo constancia a través de su letrado de la querella presentada por tres empresarios que abonaron cada uno esa cantidad a cambio de un Mercedes GL, cuyo valor oficial está entre los 87.000 y los 89.000 euros.

Otra de las víctimas es María Moreno, una bailaora de 21 años, afincada en Cádiz, que pagó 8.000 euros por un Volkswagen New Beetle del año 2002 con 59.000 kilómetros -de primera mano, este vehículo tiene un precio que va de los 20.000 a los 25.000 euros-. La compra la efectuó tras ver unas fotografías por internet.

El contrato que firmó en junio y la posterior denuncia presentada en la comisaría de San Fernando son los documentos que aparecen en la parte inferior de la primera página. Nunca llegó a ver su coche, pese a quedar con el empresario en reiteradas ocasiones: «Estuve incluso con su abogado, que me mostró un calendario donde estaban apuntadas las fechas de pago de los clientes a los que le debía dinero. Me dijo que si no denunciaba recibiría mi dinero, pero si hacía lo contrario no vería un duro».

Huida a Mallorca

Todos los clientes que ayer fueron consultados por este periódico desconocían que Carlos Rojas había sido ya detenido y enviado a prisión por orden judicial. Y es que este empresario decidió escapar en verano a Mallorca cuando supo que la Policía Nacional lo estaba buscando, según confirmaron fuentes de este Cuerpo de Seguridad.

El ex patrocinador del Cádiz utilizó una identidad falsa en las Islas Baleares y se hizo pasar por un policía que trabajaba de escolta de la Familia Real para alquilarse un piso. Pero al llegar el otoño, decidió regresar a Cádiz.

A finales de octubre, una de sus víctimas leyó por casualidad en una revista de anuncios, que alguien ofrecía un Audi Q7 por un precio irrisorio y alertó a la Policía Nacional. Una agente se hizo pasar por cliente y concertó un encuentro en una gasolinera de El Puerto. Se trataba de una encerrona, cuando el empresario acudió, se topó con varias patrullas policiales que lo estaban esperando para detenerlo. Tras ser puesto a disposición judicial, ingresó en Puerto II.

Un patrocinio fallido

Además de esta causa penal, Carlos Rojas será demandado en los próximos días por el Cádiz C. F. por incumplir el convenio que había firmado con el club para ser uno de los patrocinadores de la temporada pasada, según confirmó el asesor jurídico de la entidad deportiva, Martín García Marichal.

La firma Autos Desi cerró un convenio en enero de este año por el cual su nombre aparecería en las calzonas de los jugadores y en los banquillos del Estadio Ramón de Carranza. Además se le permitía desplegar una lona en el césped a principio de cada encuentro durante el resto de la temporada pasada y la presente. En la web oficial del club se puede leer aún la noticia del acuerdo y una segunda en la que se detalla la visita de tres jugadores al concesionario de Rojas. En ese acto, el empresario declaraba entre bromas: «Desde que se firmó el patrocinio, el Cádiz hizo dos partidazos y estoy convencido de que va a seguir así. Mi hija, que es muy cadista, vino con este pan debajo del brazo». También se comprometió a sortear un vehículo de gama alta entre los miembros de la plantilla.

El consejero del club, Pepe Mata, que optó por no desvelar el contenido del acuerdo económico con Autos Desi, sí reconoció que debe «un 80% de lo pactado». También explicó que desde el primer momento hubo problemas, ya que no cumplía con los pagos a plazos, pero que decidieron terminar la temporada manteniendo el patrocinio para evitar cualquier tipo de demanda contra la entidad por incumplimiento de contrato.

stubio@lavozdigital.es